miércoles, 6 noviembre 2024
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Guaras hacen lo que sea por no parir

Osman Rojas| LA PRENSA.- La difícil situación económica que atraviesa el país, aunado a la falta de anticonceptivos que hay en las calles le pasa factura a las mujeres en Venezuela. Actualmente, los consultorios de ginecología lucen repletos de pacientes que buscan de forma desesperada evitar una barriga y muchas mujeres ven la esterilización como una alternativa.

“Inicialmente vienen por un control para una planificación, pero cuando ven que no hay manera de prevenir un embarazo por la falta de preservativos y anticonceptivos deciden cortarse las trompas”, dice el doctor Marcos Peraza, ginecólogo perteneciente al grupo médico Lara Entera por la Salud.

El especialista explica que, según los números que maneja la institución de 10 a 15 mujeres por semana se esterilizan en los centros públicos del estado, mientras que las clínicas realizan de 30 a 40 esterilizaciones cada siete días.

“En los centros privados la variedad de insumos es mayor. En el Hospital Central hace meses que no llegan anestésicos para hacer ese tipo de intervenciones, pero las clínicas no tienen ese problema”, detalla Peraza.

El doctor contó, en conversación telefónica con La Prensa, que muchas mujeres recurren a la ligadura de trompas por no confiar en los dispositivos intrauterinos. “A los pacientes se les explica que los aparatos intrauterinos pueden tener un riesgo. Muchas de las mujeres que van a cortarse las trompas vienen de una cesárea y usar un Implanon puede conllevar a un sangrado severo”, detalla.

Sin embargo, pidió prudencia a la hora de decidir una esterilización, especialmente en las mujeres menores de 24 años, pues este tipo de intervenciones pueden generar cambios hormonales en la paciente.

Jesús Rojas, director del área de ginecología en el Antonio María Pineda, asegura que en la actualidad las mujeres están desprotegidas y sin muchas opciones para cuidarse de una barriga.
Para el especialista, la escasez de anticonceptivos llevó a las personas a cambiar la cultura, incluso en las zonas populares del estado.

“Ver a una mujer con cuatro o cinco muchachos en un barrio era algo común, pero ahora no. Una familia de escasos recursos busca como sea la manera de evitar un embarazo”, dice.

Actualmente, el único centro de salud público en Iribarren que realiza cortes de trompa es el ambulatorio de La Carucieña. El personal que labora en la institución asegura que un jueves al mes (día programado para este tipo de intervenciones) las personas acuden de forma masiva a la institución.

“Quisiéramos atender a una mayor cantidad de personas porque la demanda es mucha, pero la anestesia es priorizada para cesáreas”, cuenta Julio César Piña, director del ambulatorio en La Carucieña.

Un ojo de la cara

Cortarse las trompas en una clínica es un lujo que muy pocas personas se pueden dar. Ahora mismo, esta cirugía ambulatoria en los centros privados puede costar hasta Bs. 300 mil.

“Encarece el precio del costo de los anestésicos en el mercado. Hace seis meses esta operación se hacía por Bs. 90 mil, pero ya es imposible mantener ese precio”, explicó Marcos Peraza, ginecobstetra en la clínica San Francisco de Barquisimeto.

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