Las intensas lluvias registradas en Barquisimeto han erosionado aproximadamente siete metros del patio de la vivienda de Zoila Giménez, ubicada en las riberas de la quebrada La Ruezga, a la altura de Patarata. Ante la recurrencia de estos eventos climáticos, Giménez eleva plegarias para que el caudal no aumente y continúe debilitando los márgenes del terreno.
“Hace ya 14 años que vivimos en esta zona, pero es en los últimos dos años que hemos notado un deterioro significativo. El terreno plano se reduce cada vez más sobre todo cuando hay lluvias, y las matas de plátano están ahora muy cerca del borde”, comenta Giménez preocupada.
Por su parte, Juan Carlos Córdoba, miembro del Consejo Comunal La Ruezga Sur 7B, afirmó que la situación es muy compleja, ya que existen zonas elevadas, cuyas orillas se han ido erosionando. Aproximadamente, 500 familias viven en constante angustia debido a esta problemática.
Apelan a la acción vecinal luego de las lluvias
Córdoba intenta frenar el desmoronamiento de las paredes de la quebrada usando desechos de construcción al cabo de las lluvias. Debido a la inestabilidad del terreno, la fuerza del agua arrastra fácilmente la tierra de los laterales. Los proyectos de organizaciones vecinales son numerosos, pero no se han encontrado soluciones definitivas. Los habitantes están preocupados, pues consideran que un problema de esta magnitud requiere de una inversión considerable. Algunos vecinos han decidido contribuir con lo que pueden, incluso arrojando escombros.
Ya hay casas cuyas bases han sido alcanzadas por el deslave, lo que las pone en mayor peligro y sin que sus habitantes tengan un lugar adónde ir. La situación puede empeorar.
Córdoba considera que la solución definitiva sería realizar trabajos de embaulamiento completos que protejan las orillas desde abajo hasta lo más alto, evitando así el colapso de las viviendas de esa zona.
En la mesa está la propuesta de este proyecto para que sea incluido en la Consulta Popular y aunque es un proyecto ambicioso, para algunos vecinos sería por lo menos el inicio del trabajo. Por lo pronto, mientras unos esperan una solución por parte del Poder Ejecutivo otros continúan apostando a que con restos de construcción puedan retrasar la caída de la pared del cauce.