Evana Materán | LA PRENSA.- Salir con los papeles legalizados y apostillados exige gastar un dineral entre copias e impresiones. Si el trámite lo hace la persona interesada tiene que invertir 65 mil 800 bolívares aproximadamente, mientras que al pagarle a un gestor se van más de un millón dependiendo de la cantidad de documentos a tramitar.
El deseo de salir del país obliga a la gente a buscar diferentes formas de poder tener los documentos en regla. Quienes no tienen mucho dinero tienen que pasar las de caín durmiendo hasta por tres días en el Edificio Nacional para hacer las solicitudes y así evitan dejar sus ahorros en la “ayudita” del gestor.
Johana González es estudiante universitaria, intenta legalizar su partida de nacimiento, carta de soltería y de buena conducta, pero ayer no logró entrar en el lote de personas que serían atendidas en el Edificio Nacional. A las 9:30 de la mañana seguía sentada en los alrededores porque estaba resignada a pasar la noche allí para lograr su objetivo hoy.
Detalló que tiene que aguantar frío y estar expuesta a la inseguridad porque no puede pagar 1 millón 700 mil bolívares que le quería cobrar un gestor por sacarle esos documentos. Ella sólo había gastado hasta el momento casi 23 mil bolívares en copias. Sin contar los gastos de pasaje y comida.
Alí Duque no corrió con la misma suerte. Él sí había gastado más dinero, incluso afirmó que ya se le estaba acabando. Su mayor preocupación era dejar el efectivo en pasajes desde Cabudare hasta el Edificio Nacional. En tres días había pagado 50 mil bolívares. Añadió que también tuvo que comprar desayuno.
“Vengo desde Barinas y tengo que sacar mi partida de nacimiento aquí, pero gasté demasiado”, comentó Mariela González, quien tuvo que pagar 180 mil bolívares para trasladarse al estado, más cinco mil por cada copia y Bs. 53 mil que gastó para comer una empanada y un café.
Un gestor aseguró que la tarifa que cobran para el proceso se debe a que ellos también tienen que gastar en copias, impresiones y hojas. Además, dicen que deben darle una comisión a quienes los ayudan en la cola o en el interior de las notarías, registros y oficinas encargadas de hacer los trámites.