Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Con los precios de vitaminas o complementos que van desde Bs. 12 hasta 34, algunos larenses que sólo dependen del sueldo mínimo no pueden comprarlos para prevenir cuadros gripales y subir las defensas de su organismo. Paliativo para frenar posible contagio o extremar la protección anticovid-19, que termina siendo atacado desde el consumo de suficiente vitamina C, contentiva de frutas, como limón o mandarina, además de alguna infusión con plantas medicinales.
Perdió la cuenta del tiempo y se atreve a pensar en un promedio de 2 años, sin saber lo que es probar una vitamina, así lo recuerda el albañil Carlos Pérez. «Es muy caro y pasa a ser un lujo, al tener la necesidad de comprar la comida», señala de la prioridad por comprar víveres y demás alimentos para el sustento de su familia. Admite que sólo trata de tomar de vez en cuando jugo de limón, al tener la cosecha de las plantas de su casa y con cierta cautela, porque al estar muy concentrado de ácido debe agregarle más azúcar, implicando más gastos. «No alcanzan los reales y hasta uno se corta la gripe a punta de guarapos», se lamenta, reconociendo lo importante de retomar la frecuencia del consumo de un complejo vitamínico, tan necesario para hacerle frente a la debilidad por anemia.
«Dios me libre de no caer en ese virus, porque no tengo ni para coger defensas», dijo Gustavo Jaimes, cuya pensión que ni supera el equivalente a $2, no le alcanza para comprar antihipertensivos y tampoco para disponer para vitaminas, ni siquiera considerando a uno de los más económicos, como es el Complejo B a partir de Bs. 12, cápsulas de vitamina C desde Bs. 18,63 a 26,85. Mientras complementos vitamínicos ascienden de Bs. 15 y el Miovit puede superar Bs. 32.
Saben que frente a la pandemia por covid-19 no es recomendable la automedicación, pero confiesan que al sentir un ligero malestar de gripe, optan por un guarapo tibio de malojillo y al servirlo le exprimen limón. Además, que tienen a la mano la cosecha de limones, optan por limonada o comprar mandarinas para comerlas al natural. Otra de las plantas medicinales es el poleo y hasta varias hojas de aquella del componente básico de acetaminofén.
Un recurso que nada tiene que ver con la medicina científica y se traslada hacia aquella tradicional, donde las inhalaciones pueden ser un complemento y un guarapo de plantas medicinales puede cortar desde la fase inicial a un cuadro viral, propenso a establecer las bases del organismo para recibir otro tipo de infección. Identifican estas opciones como alternativas, que más allá de curar sólo refuerzan las defensas y suelen ser estrictamente a manera de prevención.
Al ubicar el testimonio de una madre, María Goyo, menciona que su sueldo de obrera no le alcanza para darles este tipo de refuerzo a sus hijos. «Sólo pido a Dios que no nos ataque ese virus tan peligroso», confiesa ante la imposibilidad de poder comprarles vitamina C, porque ni siquiera para cubrir con las indispensables de acuerdo a los primeros años, donde incluye hierro y calcio.