José Miguel Najul | LA PRENSA.- Abraham Hernández se afanó durante semanas, a bordo de su taxi, para hacer más dinero. Durante las carreritas sólo se figuraba el rostro de felicidad de sus hijas, cuando recibieran su regalo por el día del niño. Pero la realidad le pegó donde más le duele.
El día que iba a comprar los presentes, se percató de que todo su esfuerzo se había diluido en la inflación y sólo le alcanzaba para comprarle a una de sus pequeñas. Así que prefirió no darles nada. Abraham fue víctima de que los precios de los obsequios se incrementaron aceleradamente con respecto al año pasado, llegando a subir hasta casi 200% en muchos casos. Como muchas veces corresponden a lo que un venezolano obtiene con un sueldo mínimo, las familias más modestas tuvieron que suspender los regalos pomposos y celebrar el día de manera modesta.
Una bicicleta pequeña oscila entre los 30 y los 40 mil bolívares, dependiendo de la marca y de la calidad. Un triciclo eléctrico, utilizado por los más pequeños (2 a 6 años, aproximadamente) puede llegar a costar hasta 70 mil bolívares.
Quienes optaban por el deporte, deben gastar, como mínimo 20 mil bolívares por un balón de fútbol marca Tamanaco. La misma esférica, pero con un par de arquerías pequeñas pasa los 75 mil bolívares. El kit de guante, bate y pelota de béisbol estaba en 30 mil 500 bolívares.
José Moreira, miembro de un grupo católico, señaló que, en estos tiempos, más que presentes materiales, es una buena oportunidad compartir con los niños para inculcar virtudes y valores, que son el mejor regalo.