José D. Sequera | LA PRENSA de Lara.-& ;Un centenar de personas amaneció ayer en las afueras de la ZODI-Lara, ubicada en la 14 Brigada de Infantería de la avenida Los Leones, para poder tramitar sus salvoconductos y lograr transitar por diferentes zonas de la entidad sin problemas de que una alcabala de contención los detenga.
Trabajadores de empresas de alimentos, pacientes crónicos y sus familiares eran el grueso de las personas que esperaban ser atendidos por las autoridades militares, apostándose en las afueras de la ZODI-Lara desde horas de la madrugada.
Uno de esos pacientes que estaba en la espera era Régulo Montilla, quien padece cáncer de próstata avanzado y todas las noches lo tienen que trasladar a un centro de salud porque su sistema urinario se obstruye. Con varias carpetas en mano, contó que necesitaba desesperadamente el salvoconducto.
«Llegué a las 4:00 de la mañana y me sorprendió ver la gran cantidad de personas que pernoctaron desde el domingo para tramitar este documento», manifestó el paciente mientras mostraba la sonda urinaria que colgaba de su pantalón.
Por eso es que muchos decidieron ponerse en la acera de enfrente a la institución militar, haciendo uso del tapabocas. Algunos decidían sentarse en el piso, otros en los escalones de entradas de los edificios y algunos se llevaron sus propias sillas.
Gregorio Pineda reveló que llevaba desde la semana pasada esperando ser atendido, y previniendo que nuevamente podría tardar toda una mañana, sacó de su carro una banqueta y se sentó.
«Hay que venirse preparado de todas las maneras posibles para la ZODI-Lara, porque con la falta de organización que hay aquí, uno sabe que llega, pero no se sabe cuándo se va», expresó con resignación.
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