Moiselis Méndez | LA PRENSA DE LARA.- El estudio realizado por el Laboratorio de Desarrollo Humano (LADEHU) en el estado Lara reveló las desigualdades y vulnerabilidades que viven los larenses para la adquisición de gas domestico , y es que según las encuestas el 94% de hogares tienen déficit en la adquisición del servicio.
La encuesta titulada «llevando leña por gas» tuvo lugar en los 9 municipios del estado Lara, de los cuales se desprendes 42 parroquias, con un índice de participación de 971 encuestados, durante el periodo del 1 de marzo al 14 de abril del presente año. Fue así como se observa que 4 de cada 10 ciudadanos no han podido usar gas por bombona desde el inicio de la pandemia, mientras que un 29% expresó que no lo tuvo durante los últimos 7 y 11 meses, y solo el 6% aseguró que siempre ha contado con el servicio.
Existen diversos motivos que generaron la problemática, en primer lugar el bajo poder adquisitivo mensual, pues el salario mínimo actual se ubica en Bs. 7.000.000 (7 bolívares digital) lo que equivale a menos de dos dólares con el rápido alce del mismo, así como también reveló las dificultades por género, siendo las mujeres las más vulneradas y las desigualdades territoriales, dejando a los municipios foráneos a merced del camino, pues deben recorrer grandes distancias para obtener el beneficio.
Para el municipio Iribarren, el 23% de los hogares pudo cocinar con gas por bombona, mientras que el uso de la electricidad para preparar alimentos fue opción para el 81% de los hogares. Los más vulnerados son aquellos foráneos, como Simón Planas, Andres Eloy Blanco, Morán y Urdaneta quienes en al menos 5 de cada 10 hogares usan leña para cocinar.
La larga travesía puede durar hasta más de 2 horas de camino para poder llegar hasta el despacho de gas doméstico, a riesgo de no poder adquirir el cilindro lleno por largas colas, o por la restricción en el despacho.
Si se toman los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística para el año 2011, puede observarse que el 93% de los hogares utilizaban gas domestico para cocinar, un panorama totalmente inverso para que lo se plantea en el 2021, pues solo un 14% de las familias puede preparar con este combustible, según la LADEHU.
Para el sociólogo y director de la fundación Carlos Meléndez, la coyuntura supone una «Década degenerativa para la prestación de servicio de gas», dado que el acceso a la cocina por gas metano ha venido en picada desde el 2011.
Para las familias con ingresos menores a $10 mensuales son mayores las restricciones para la obtención de bombonas de gas, esto muestra las desigualdades sociales y el deterioro de la calidad de vida en la entidad, ya que un 40% accede al servicio a través de consejos comunales u otros organismos gubernamentales, por lo que elevan la denuncia de una «preferencia por personas afines al partido». Estos son el porcentaje de menor posibilidad para el servicio continuo.
Las personas de mayores ingresos pueden optar por adquirir el servicio por la empresa pública o privada, así como por comerciantes informales o revendedores llamados «bachaqueros», algunos hasta siendo víctimas de menor cantidad de gas (55%), de ventas con sobreprecio, y hasta han sido expuestos a robos mientras esperaban por la compra del servicio.
Desigualdades por género
El estudio reveló además un aumento de las familias cuyas jefas de hogar son mujeres, desde el 2011 a la fecha el índice es mayor en aquellos con menores ingresos para el núcleo familiar. Es decir, las casas con humildes tienen a una mujer que aporta el sustento y manutención, lo que limita el ejercicio de otras libertades y ve lejos una independencia económica.
«Mientras mayor es el ingreso, la jefatura es asumida por hombres, y mientras menor es el ingreso la jefatura la asumen las mujeres» refiere el estudio.
El 49% de quienes adquieren bombonas son mujeres, por lo tanto las dificultades de acceso tienen efectos diferenciados en las personas de sexo femenino, quienes en su mayoría tienen a su cargo niños, niñas y adultos mayores.
Consecuencias del uso de medios alternativos
La leña fue la fuente de energía más frecuente en la cocción de alimentos durante los últimos seis meses para el 18% de las familias en el estado Lara, lo que desató también afecciones respiratorias, oftalmológicas, lesiones o quemaduras, y hasta graves heridas.
En el municipio Iribarren y Palavecino, 6 de cada 10 hogares registran daños de cocinas eléctricas más de una vez debido a los cortes y bajones del servicio, y más del 31% afirma que ha sufrido cortocircuito al usar la cocina eléctrica.
Estas medidas arbitrarias de forma frecuente ante la imposibilidad de adquisición de un servicio constante de gas doméstico, ha provocado la afectación en la salud, tanto a nivel físico como en niveles de malnutrición, en factores de la economía y las condiciones ambientales en la entidad, dejando en segundo plano la calidad de vida de los larenses.