Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- La capital musical, ciudad del progreso y tierra crepuscular hablan del valor de Barquisimeto entre las principales ciudades del país. Títulos que son exaltados por cronistas y defensores de la cultura, llamando a seguir apostando por el desarrollo y se salden deudas por el cuidado del patrimonio, más esfuerzos en el ordenamiento urbanístico y demás aportes necesarios para el realce del centroccidente venezolano.
Al arribar a los 471 años, Romel Escalona, vicepresidente de la Asociación de Cronistas de Lara (Asocrolara), considera importante valorar el concepto como ciudad para conservar sus atributos que facilitaban su acceso por su ubicación como encrucijada. «Es tomar la voz de los especialistas en urbanismo, luchadores sociales, geógrafos, cultores, académicos y otros que aporten ideas de proyección a futuro», precisa de Barquisimeto abierto a las inversiones, al desarrollo y para el disfrute de la población.
Piensan en la ciudad acogedora que se desea mantener, organizando su crecimiento con un plan urbanístico y de patrimonio cultural. Es la necesidad de responder a tantas interrogantes acerca de la ordenanza de desarrollo urbano PDUL, que delimita los macro sectores y parcelas, considerando el impacto en la preservación del medio ambiente.
«Es valorización porque no se puede querer y menos identificarse con lo que no se conoce«, precisa Escalona. La expansión del conocimiento debe ir más allá de lo arquitectónico, abarcar la música, costumbres y crónicas que hay que difundir en las escuelas y universidades a través de la palabra viva, con esos valiosos relatos ordenados en el tiempo.
Escalona plantea la celebración de la barquisimetaneidad, cuando la colectividad aún espera por una Casa de la Cultura, que se reimpulse el Ateneo de Barquisimeto, sedes para importantes asociaciones como Asocrolara y Asociación de Escritores Larenses (Asela), levantar un museo para la música de gran provecho para todas las generaciones, así como del archivo histórico de Lara para preservar la memoria local. Conservar más allá del Casco Histórico de la ciudad los hitos arquitectónicos que muestran la evolución integral de Barquisimeto.
También precisa la importancia de revitalizar espacios como el Centro de Historia Larense a través de la promoción de actividades permanentes, de más acceso a los estudiantes y comunidades populares. «Tenemos que entender lo importante que es conservar nuestras raíces, incluso desde barriadas».
Para Carlos Guerra, cronista y miembro del Consejo Consultivo de la Ciudad de Barquisimeto (CCCB), los regalos en torno a su fundación, como el acondicionamiento de sus espacios deben ser permanentes. El hecho de mantener una estructura o vía sin esperar las fechas festivas de comienzo de año con la procesión de la Divina Pastora o para el cumpleaños de la ciudad en septiembre. Cuando la costumbre es descuidar durante el resto del año, los daños son mayores. Además está la necesidad de conciencia ciudadana, para su conservación desde el sentido de pertenencia.
«La vida de sectores de la ciudad acaba luego de las 4:00 p.m. cuando termina el horario de oficina o de comercios», lamenta Yuyita de Chiossone, directora de Amigos del Casco Histórico y miembro del CCCB, ante una ciudad adormecida, sin actividades permanentes que permitan espacios alternativos para el encuentro con las artes y a su vez el rescate del casco colonial. También lamenta que no se han retomado las conversaciones para la recuperación del Cementerio Bella Vista, pese a la disposición de la alcaldía. Un espacio que pierde obras de finales del siglo XIX.