Eva Gómez | La Prensa.- “Yo tengo como tres años sin tomar leche”, admitió con pesar Senaida García quien argumenta que no la consumió más porque el producto está muy escaso y cuando se deja ver en los supermercados, el precio es impagable.
Tras un recorrido que hizo La Prensa se pudo precisar que una bolsa con 900 gamos de leche en polvo marca Torondoy puede costar hasta 650 mil bolívares, es decir, dos veces el salario mínimo en Venezuela y 100 mil bolívares por encima del ticket de alimentación.
La leche en polvo pesada, conocida como “kileada” y que se vende mucho en los mercados está un poco más cara pues medio kilo oscila entre Bs. 300 y 350 mil y si quieren comprar el kilo completo deben pagar 700 mil bolívares.
Los usuarios aseguran que cada vez es más difícil tener una alimentación balanceada, otros han optado por regresar a las raíces y consumir leche de cabra. Tal es el caso de María Guédez, quien asegura que a su nieta de tres meses le “hierve bastante” la leche de cabra que compra en Tintorero y se la da como tetero, porque a ella la acostumbraron a que los niños deben tomarse su lechita.
Otra opción que tienen los ciudadanos es comprar leche líquida, pero el precio no es tan solidario. Un litro puede conseguirse entre 100 mil y 175 mil bolívares. Algunos padres compran esta bebida para preparar alimentos como Cerelac o chicha, con los que tratan de alimentar a sus hijos ante la escasez de otros víveres como harina y arroz.
“Toca no tomar leche” expresa Anaís Parra, quien detalló que su hijo es alérgico a la leche normal y debe tomar leche de soya, sin embargo tampoco la encuentra. “Eso debe estar incomprable”, concluye resignada.
Los guaros se quejan porque ni en las cajas distribuidas por los Comités Locales de Abastecimiento y Producción(CLAP) les llega la leche y cuando llega, es de muy mala calidad “eso es pura agua, es como mezclar, arena con azúcar y agua”, dijo una transeúnte, quien aseguró que ha visto cómo la gente la revende “caleta” en 350 mil bolívares.