Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Más de 95 jóvenes son atendidos desde la Fundación Jóvenes de la Patria, con edades comprendidas entre los 18 a 25 añ;os, la mayoría siendo sostén de hogar y que tienen la voluntad de aprender y comenzar a ejercer un oficio. Allí también atienden a menores de edad a partir de los 14 añ;os, con la debida autorización de padres y certificación de trabajo desde el Consejo de Protección de Niñ;os, Niñ;as y Adolescentes de Iribarren (Cpnnai). Es la salida a la necesidad para sostener una familia y a la preocupación de los adolescentes que pueden aportar al hogar, pero sin abandonar sus estudios.
La realidad puede ser dramática y así lo ha confirmado esta dependencia junto a otras instituciones gubernamentales que reconocen la preocupación latente, entre los rostros cansados de menores o jóvenes que limpian parabrisas o la impotencia de adolescentes forzados a trabajar para ayudar a sus padres, con casos extremos de familias numerosas. Algunos de estos jóvenes trabajan para apoyar a su madre soltera.
José Sibada fue uno que superó sus miedos, quien desde los 14 añ;os ha limpiado parabrisas y a sus 23 añ;os siente el cansancio. «A uno le va bien, pero es todo un riesgo para ganarse $12 al día», refiere quien desea aprender más pastelería y llevar una vida más tranquila junto a sus 4 hijos. Es el único ingreso.
Según Yelitza Godoy, desde esta fundación y con un trabajo mancomunado realizan los abordajes y resaltan la vulnerabilidad en comunidades del macrosector La Carucieñ;a, además de otros sectores de la parroquia Ana Soto. Las opciones más solicitadas son desde confección textil, barbería, peluquería y hasta reparación de celulares. Un recibimiento que empieza por la orientación con psicólogos y terapias psiquiátricas, en caso de trastornos emocionales, así como de la garantía de la comida durante la preparación.
«Persiste la necesidad de ayudar en una realidad social que los hace más vulnerables», precisa Godoy del recordatorio hacia la profesionalización para una mejor calidad de vida.