Cristina Linárez | LA PRENSA.- Con una Santa Misa y donación de comida, servicio gratuito de cortes de cabello, entrega de ropa usada y atención médica, miembros de la parroquia San Jorge, ubicada en la calle 54 con carrera 23, acataron el llamado del papa Francisco, quien invitó que este domingo se realizara la primera Jornada Mundial de los Pobres.
Esta jornada, según el Papa Francisco, busca instar a los creyentes a que reaccionen contra lo que califica “la cultura del descarte y del derroche” y fomenten “la cultura del encuentro”.
Esto se dejó ver en los miembros de la parroquia y hasta en habitantes de la comunidad, quienes sin pensarlo dos veces no dudaron en acercarse a la iglesia y donar de todo tipo de comida, frutas, jugos y agua, para ayudar a quienes se les dificulta comer por la situación del país.
“En esta primera jornada, acatamos el llamado del Papa, para tocar el corazón de cada uno y para ayudar a los más necesitados, sin embargo es algo que venimos haciendo desde octubre”, dijo Maher Alterk, párroco de la parroquia, luego de la misa a la que asistió gran número de personas.
Con cantos que causaron emoción y hasta llanto, los feligreses demostraron su fe y alegría durante la misa y pidieron no sólo por los más necesitados en Venezuela, sino también por todo aquel que necesita ayuda en cualquier rincón del mundo.
El padre hizo énfasis en que para la misa y la jornada fueron invitadas las Misioneras de la Caridad, quienes llevaron a la iglesia una réplica de la Madre Teresa de Calcuta y una reliquia con una gota de sangre de la santa, con la que el párroco bendijo a cada uno de los feligreses.
La presencia de la reliquia fue para honrar a la santa madre por su amor hacia los pobres y por ser quien dedicó su vida para servir al prójimo, siendo una de sus frases “El que no vive para servir, no sirve para vivir”, la cual encaja a la perfección con la jornada de ayuda para los más necesitados.
“Me pareció excelente la misa, muy emotiva y hermosa. Es la primera vez que están presentes las
misioneras y eso le dio un toque a la misa, que cada domingo nos llenan de tanta fe”, dijo Isabel Salazar.
Al igual que Salazar, otros cuatro consultados aseguraron que las jornadas para ayudar a necesitados es algo que deben hacer todas las parroquias para motivar a la gente.