José Miguel Najul | LA PRENSA.- Génesis Navas vive hacinada con su pequeño de cuatro años en un diminuto anexo cuyo alquiler desangra sus ingresos. Durante años, tuvo la perspectiva de comenzar a consolidar una vivienda por el sector Iris Rosa, en Palavecino; pero los años pasan y los permisos se extravían entre el papeleo del burocratismo, mientras crece la desesperación.
Como ella, hay 40 familias que están agrupadas en la Asociación Civil “El Viñedo”, en su mayoría compuestas por madres solteras que, cansadas de haber esperado más de 13 años por una solución, decidieron meterse al terreno para presionar a las autoridades.
“No queríamos ser tildados de invasores. Pero tenemos años esperando y no hay respuesta”, expresa Génesis. El terreno está ubicado entre el sector Iris Rosa y Primero de Mayo, cerca de la zona de Los Pinos. Tiene 5 mil 970 metros cuadrados de extensión y, según los voceros, sólo falta la desafectación por parte de la Alcaldía de Palavecino.
Atravesaron la verja a las cuatro de la mañana. Tres horas después llegó un grupo de la Policía de Lara, que según ellos fue llamada por la familia Yafrate, quienes dicen ser los dueños legítimos de las tierras que, en su totalidad, tendrían unos 19 mil metros cuadrados, según las estimaciones de la Asociación Civil.
Los habían acusado de “saquear” un galpón que está dentro de las tierras; sin embargo, los miembros de El Viñedo mostraron abiertamente lo que hacían y, al constatar las instalaciones, no se pudieron apreciar signos de que se hubieran metido.
“Tenemos años haciendo la guardia y custodia del terreno. Incluso hubo una expropiación”, especifica la señora Ana González. Se refiere al proceso que se llevó a cabo en el año 2010, por parte del entonces alcalde pesuvista Richard Coroba.
González recuerda que, luego de que el alcalde rojo expropiara en ese año, la familia Yafrati introdujo un amparo en tribunales que, posteriormente fue rechazado. Consideran que, ahora, sólo falta que el síndico procurador del municipio, Jesús Alvarado, se pronuncie cuanto antes sobre el destino de las tierras. La idea es que, luego de que puedan obtener el terreno, se emprenda un proyecto de construcción a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV).