Osman Rojas | LA PRENSA.– Los recibe el portero pero no les abre la puerta. Escucha al paciente y analiza la emergencia pero sin importar la gravedad de la misma el portón de seguridad no es vulnerado. “Aquí no hay médicos, no insista” es la respuesta que le da a todo aquel que se acerca a la institución después de las 6:00 de la tarde.
Y es que desde hace poco más de un mes, la Emergencia del Ambulatorio del Sur no abre en las noches. Al principio las autoridades del recinto aseguraron que la inseguridad era el factor que los llevaba a cerrar pero, según cuentan los mismos trabajadores, la directiva les comunicó que no había plata para pagarles.
“Nosotros estamos indignados porque aquí hay empleos directos que se están perdiendo. No es posible que trece trabajadores sean sacados así como si nada y nadie explique la génesis del problema”, denunció el doctor Javier Jiménez.
El especialista pidió a la gobernadora Carmen Meléndez y a la directora de salud, Linda Amaro que atienda las necesidades de este lugar porque son unos diez pacientes los que dejan de ser atendidos”, concluyó.