Hernández / Uzcátegui | LA PRENSA de Lara.- El miedo comienza a rondar a los habitantes del municipio Iribarren y Palavecino que viven muy cerca de una quebrada o buco, por la cantidad de maleza y basura que tienen. La nula limpieza que han realizado las alcaldías para prevenir emergencias cuando llega el periodo de lluvias los aterra, pues apenas cayó el primer aguacero en Lara el pasado domingo 17 de mayo, el caos se comenzó a notar.
Carlos Ramírez es habitante de la Chucho Briceño de Cabudare y vive a pocos metros de una quebrada. El señor comenta que la zona se encuentra llena de moscas, ratones y hasta serpientes, porque debido a que tienen una recolección del aseo urbano irregular, los vecinos han tomado la quebrada como un vertedero a cielo abierto. La fetidez no lo deja dormir, y asegura que las cosas empeoran cuando a la gente le da por quemar basura.
«Vivimos asfixiados de noche, porque la quema indiscriminada la hacen a esa hora. En este urbanismo la mayoría somos personas de la tercera edad que ya presentamos enfermedades respiratorias por esta situación», comentó al detallar que cerca de 1500 familias se ven en riesgo si se llegase a registrar una crecida en esta quebrada que no ha sido limpiada desde hace más de dos años. Quienes viven en el sector vecino, Fortunato Orellana, también se mantienen alertas.
En Valle Hondo sus habitantes viven en constante zozobra por la quebrada Tabure que es un montarrascal. Sofía Herrera, contó que el domingo con la primera lluvia que cayó en el año, más de 40 viviendas se anegaron. En noviembre de 2016 una crecida de esta quebrada cobró la vida de dos personas y afectó 20 comunidades.
Al oeste de Barquisimeto también se ven afectados. En el barrio El Carmen, hasta un carro abandonado han dejado en la canal de lluvias. El área se mantiene rodeada de escombros y monte, y los vecinos justifican la acción porque alegan que Imaubar tarda meses en pasar por el sector y en los últimos años aseguran que no han visto una máquina para desmalezar.
Las vías principales de Santa Isabel y San Francisco de la parroquia Ana Soto, conocida como Juan de Villegas, también están llenas de desechos sólidos. Víctor Reinoso comentó que cuando pasa el camión del aseo los trabajadores alegan que lo irregular del servicio se debe a la escasez de gasolina que se registra en el estado Lara, a pesar de ser un sector priorizado en cuarentena.
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