Daimar Díaz | LA PRENSA de Lara.- Acatando las órdenes de la Conferencia Episcopal Venezolana, las iglesias de la ciudad permanecieron con las puertas cerradas y no ofrecieron misas por ser el día de San José.
Pero la feligresía respetando el plan de contingencia de evitar las concentraciones masivas, se unió en oración y encomendaron la salud de los venezolanos a San José
Los pocos devotos que se conseguían en los alrededores de las iglesias comentaban que sus súplicas al santo padre para que sane a los enfermos y detenga la pandemia global del coronavirus, la realizaron en sus hogares, pues consideran correcta la medida de contingencia que ha adoptado la Iglesia católica
«Si bien nos gusta venir a las misas, sabemos que no es momento de hacerlas, sin embargo lo que le pediremos a Dios lo podemos hacer desde nuestros hogares, y así de esa manera no nos exponemos ni ponemos en riesgo a los demás», manifestó Carmen Rodríguez.
Estas medidas de seguridad que han sido acatadas con rigurosidad por la Iglesia católica, deja un mensaje a todos sus fieles devotos, de que deben evitar la congregación de personas para prevenir el peligroso virus que tiene en alerta al país.
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