Luis Montes de Oca | LA PRENSA.- La escasez de harina de trigo mantiene en incertidumbre a los sacerdotes católicos, porque para Semana Santa no hay garantía de cubrir la demanda, por eso en ocasiones las hostias son picadas en cuatro partes para que alcancen a todos los feligreses que comulgan en cada misa.
Los fieles mayormente son los que donan harina al Santuario La Paz quienes son los principales encargados de la elaboración y distribución de hostias en la entidad.
María Terán hermana de la parroquia y encargada de la comunidad, comentó que la escasez de harina mantiene limitada la producción.
“Para semana santa está bastante difícil producir las cantidades de los pedidos que ya las oglesias están solicitando” dijo.
Mencionó que la elaboración también está afectada, porque hay cuatro máquinas dañadas y actualmente está funcionando solo una y no han podido ser reparadas porque los repuestos son de fabricación alemana y no se encuentran en el mercado nacional.
Las ventas de las hostias no sólo se fabrican a parroquias de Barquisimeto, también se elaboran para la Arquidiósesis y a otras entidades. “Aquí vienen personas de difentes partes hasta de San Felipe llegan a buscar hostias” comentó Terán.
En oportunidades la escasez de harina ha llevado a los colaboradores de los templos a otros países como Colombia, en busca de hostias, porque no se consiguen y en las casas comerciales son bastantes costosas para adquirirlas.
El padre David Saavedra de la parroquia Nuestra Señora de Las Américas, también señala lo difícil que es conseguir las hostias actualmente. “Las hermanas de la Iglesia La Paz nos venden las pocas que pueden fabricar y tampoco es siempre que podemos tener, porque las entregas se hacen por encargos y hay que esperar por otras iglesias” dijo.
Las colaboración de la feligresía en oportunidades no es suficiente para comprar la cantidad de hostias que se necesitan para la comunión, en una misa se pueden utilizar desde 250 hasta 300 sólo contando los domingos.
“Nosotros tratamos de reservar lo más que podemos las hostias porque en momentos no hemos tenido para darle a las personas” afirmó Digna Yanes sacristana de la Iglesia Nuestra Señora de Coromoto.
Iglesias se las ingenian
Debido a la escasez de harina que no permite la distribución de las hostias, las parroquias han tenido que hacer intercambios entre sí.
En recorrido por templos, se pudo apreciar que existen iglesias que se prestan las hostias por semanas, para poder tener y darles a los feligreses.
“Cuando nosotros tenemos le damos a parroquias como la de La Ruezga y así ellos cuando tienen nos dan” mencionó la sacristana de la iglesia Nuestra Señora de Coromoto, Digna Yanes.
Otra parroquia que también ha tenido que compartir y recibir hostias por otras iglesias, es La Concepción, donde uno de sus colaboradores Enrique Guédez aseguró que cuando hay escasez de harina la distribución se pone más complicada.
“Hemos conocido historias de sacerdotes que hacen lo posible para tener las hostias, entre esas pedirles en calidad de préstamo a otros padres” dijo Guédez.