Osman Rojas | LA PRENSA de Lara.- Lara sigue recibiendo a pacientes de todo el país. Aunque en la región se vive una crisis sanitaria sin precedentes el Antonio María Pineda sigue siendo el centro médico referencial de todo el occidente del país y es que, aunque no hay números oficiales, se estima que al menos 120 pacientes de municipios ajenos a Iribarren o estados vecinos son atendidos en el Hospital Central.
«Enfermos nos llegan de todos lados», comentan los médicos que hacen vida en la institución. Explican los especialistas que el Hospital Central es una institución de clasificación tipo 5 (la más alta según los estándares de la Organización Mundial de la Salud) por lo tanto no le está permitido remitir pacientes.
«Todos los enfermos que nos llegan son atendidos. No podemos enviar a un paciente a otro centro asistencial», comentan. De acuerdo a los números que manejan los médicos Portuguesa y Yaracuy son los estados que más pacientes remiten a Lara. Falcón, Trujillo y Barinas también aportan una cuota importante.
«En estos estados casi que no hay áreas de trauma shock o la capacidad de cuidados intensivos es prácticamente nula. Todos los enfermos son remitidos aquí porque este es el único estado que les garantiza atención», comentan desde el Antonio María Pineda.
Ruy Medina, exdirector de salud y representante del Colegio de Médicos en el estado Lara, ha denunciado en reiteradas ocasiones esta situación pues asegura que la entidad crepuscular está resolviendo la crisis sanitarias a estados vecinos. «Lo peor es que el estado está superando la capacidad operativa de la región», comenta.
Lo que más preocupa a los expertos es que el Hospital Central está viendo como su capacidad operativa es superada con relativa facilidad pues llegan muchos pacientes y la institución sólo cuenta con 600 camas. «Es normal ver los servicios colapsados. Llega mucha gente y de todas partes del país», sentencia.
René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en el estado Lara, también ha denunciado la realidad que se vive en el centro asistencial pues ve con preocupación como la entidad se queda sin hospitales para atender a los enfermos.
«Es necesario que se hagan inversiones en el sector salud para que estas cosas no sigan ocurriendo. Es triste ver como los servicios de un centro tan importante como el Antonio María Pineda colapsan por mala administración y por una nula planificación. No podemos seguir recibiendo a pacientes de todos lados sino tenemos la capacidad operativa para brindar respuesta. Hay demasiados enfermos y muy pocos médicos. Camas para recibir a estas personas tampoco tenemos», sentencia el especialis