Daimar Díaz – LA PRENSA de Lara .- La hiperinflación y el poco poder adquisitivo del venezolano, los ha llevado a buscar nuevas alternativas que les genere una entrada extra de dinero y es por ello que ahora es común ver las casas de familias de Barquisimeto y Cabudare convertidas en «mini comercios», pues desde helados, hielo y hasta víveres venden los larenses para mejorar sus ingresos.
Damarys Agüero desde hace cuatro meses comenzó a vender hielo para obtener el efectivo y así poder ir a su trabajo «No es mucho lo que tengo de ganancia, pero sí me ayuda con los pasajes y el efectivo que cuesta tanto conseguirlo», agregó.
Los helados también son fuertemente comercializados en los hogares, pero las fallas eléctricas se han convertido en el principal enemigo de este negocio. «Vendo bastante y con las ganancias resuelvo la cena o el desayuno en mi casa, pero cuando no hay luz debo rematarlos para no tener pérdidas», expresó Daniela Castro.
Según lo manifestado por los padres de familia consultados, resulta más conveniente la venta informal que laborar en una empresa de planta, destacando que los ingresos son mayores y el nivel de esfuerzo es menor. «En una empresa en horario laboral sólo pagan sueldo mínimo y eso no alcanza ni para la comida de un día, es mejor rebuscarse vendiendo en casa y no se gasta en pasajes», añadió Samir Amaro.
Rodrigo Escalona quien tiene una bodega en la Ruezga Sur asegura que pese a las bajas ventas puede sustentar su hogar. «Con lo que vendo me alcanza para mantener a mis tres hijos y esposa y cuando no tengo ganancias agarro de lo que vendo».
En un recorrido realizado por LA PRENSA se pudo constatar que al menos un hogar por sector se encuentra comercializando algún producto, bien sea para generar ingresos o para disponer la mercancía para su consumo diario como parte de sus ganancias y así disminuir el gasto en alimentos.