Osman Rojas | LA PRENSA.- Transportar ganado se ha convertido en un ejercicio de alto riesgo. El poco patrullaje en las carreteras y la necesidad de comida que tienen las personas ha incrementado los saqueos a camiones que llevan ganado en pie. Mil 435 cabezas de ganado larense han desaparecido en las carreteras venezolanas en los últimos siete meses.
“Ahora es un peligro. Las carreteras son cada vez más peligrosas y eso nos afecta mucho. Lanzarse un viaje largo con reses es tentar al destino porque uno no sabe lo que pasará”, comenta Sebastián Arroyo, representante de la Confederación de Agricultores y Ganaderos de Venezuela (Confagan).
El vocero nacional explica que las autopistas se han convertido en una guarida de lobos. El crecimiento de invasiones en los alrededores de estas carreteras fomenta el abigeato y pone en jaque a los ganaderos.
“Lara es una tierra que tradicionalmente ha llevado ganado a otros estados pero ahora se ve en la obligación de reducir su margen de acción. Ya no se lleva carne a sitios alejados para que las pérdidas no sean grandes”, comenta.
El robo de ganado en el estado no es algo nuevo. En diciembre de 2016, Carlos Andrés Díaz, expresidente de Confagan, advirtió que el país se iba a quedar sin carne si el Gobierno nacional no garantizaba la protección de los ganaderos. La notificación del directivo pasó por debajo de la mesa pues al día de hoy el abigeato ha tomado mucha más fuerza.
“Quién se va a arriesgar a sacar su ganado para perderlo. Hay bandas organizadas en las calles que se alían con funcionarios del Gobierno nacional”, fue la denuncia realizada por Díaz.
Tan grave es la situación con el robo de ganado que, ahora mismo, los transportistas han dejado de cargar sus reses en horas nocturnas.
Miguel Ángel Castillo, ganadero de Carora, explica que, luego de las 6:00 de la tarde, transportar carne es muy peligroso. “Las alacabalas desaparecen en las noches. El patrullaje es nulo y eso nos convierte en blanco fácil”, apunta.
El ganado no es lo único que peligra en las carreteras venezolanas. El transporte de cochino también se ha visto afectado por la necesidad de comida que hay en las calles. La Asociación Nacional de Campesinos registra el robo de 734 cerdos en el estado, la mayoría de estos robos se registraron entre los meses de noviembre y diciembre.
“Se meten en las granjas o cazan en las carreteras. Hay una persecución contra los productores y eso nos tiene acabados”, reconoció Castillo.
El último episodio relacionado con robos de cochino en las carreteras del estado se vivió el pasado mes de septiembre cuando unos encapuchados frenaron un camión cargado con puercos. Los malandros sólo pudieron sacar tres animales en ese momento.