Osman Rojas | LA PRENSA.-Los guaros prefirieron quedarse en su casa antes que viajar en estos Carnavales. Al menos esa es la sensación que tienen los transportistas en el estado y es que, vacío y con pocas busetas lució el Terminal de Pasajeros en los días de Carnaval.
“Los que están haciendo plata son los que van para Duaca, Quíbor o Carora. A ellos sí les llegan pasajeros”, dijo un poco molesto uno de los colectores que se encontraba pegando gritos de “Caracas saliendo” en la entrada del terminal.
El hombre aseguró que tenía cerca de 40 minutos tratando de “cazar” a los pasajeros. Pese al esfuerzo del muchacho la buseta sólo tenía 10 asientos ocupados. “Esto está pelado”, continúa.
La lamentación de este trabajador es la misma de los conductores de busetas en el Terminal de Pasajeros y es que, por primera vez en los últimos cinco años, las fe
chas de Carnaval reportaron más pérdidas que ganancias para los transportista. Argenis Torrealba, vocero de la Sociedad de Transporte en el estado y exconductor de la línea Expreso Occidente, dijo que, en los dos días de Carnavales el terminal había movilizado a unas 15 mil personas.
El sindicalista se mostró alarmado por la situación y comparó estos Carnavales con los de hace un año.“La afluencia de pasajeros ha disminuido al menos en un 50%. El año pasado nosotros llenábamos las busetas en media hora, pero ahora mira cómo está (señala los pasillos). Parece que es primero de enero y no Carnaval”, dijo.
El exconductor aseguró que durante los días sábado y domingo el Terminal de Pasajeros movilizó a más gente que en los días de Carnaval. “El fin de semana la cosa estuvo floja, pero comparada con el movimiento que hay hoy en el terminal tenemos que decir que salimos ganadores. Mucha gente viajó para el interior del país, Caracas y Puerto Cabello, además de San Felipe, fueron los destinos más solicitados”, dijo.
Por último el vocero sindical achacó la falta de viajeros a la escasez de efectivo que hay en Venezuela y dijo que aunque las personas tengan plata en la cuenta para pagar
un pasaje no consiguen el efectivo para abordar un autobús.
“Lo poco que hay en la calle es cuidado como oro. La gente está más pendiente de la harina que de la playa y esa es una realidad que debemos aceptar”, puntualizó