Ágatha Reyes | LA PRENSA.- “Ahora o nunca”, esa es la frase que se escucha con mucha frecuencia y ahínco en la cola frente a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) donde se lleva a cabo la actualización del Registro Electoral. Adultos, jóvenes y personas de la tercera edad ven las elecciones presidenciales como un escape a la crisis en el país.
Los más adultos se fueron desde bien temprano hasta la sede del CNE para realizar diferentes trámites y los más chamos decidieron legalizar su pase para ser nuevos votantes y “lograr un cambio de gobierno”.
Yeraldín Padua llegó a las 7:00 am y aunque se encontró con una larga cola decidió mantenerse en ella y convertirse en nueva votante, pues considera que “todos deben votar de forma unida, para salir del gobierno que nos tiene pasando hambre y trabajo”, aunque muchos señalan que no hay garantías electorales ella con firmeza responde que “la esperanza es lo último que se pierde”.
Así estaba Carmen de Padua, una mujer de aproximadamente 59 años. Cuenta que se registró en 2014, pero que no pudo votar pues no aparecía en sistema “esta vez no pasará lo mismo, yo voto porque hay que ‘votarlo’ ”, dijo de forma jocosa.
Dice que a pesar de no haber participado de una jornada electoral, está convencida que es a través del voto que se puede cambiar de gobierno.