Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA.- Como una ocupación que les resuelve el día a día, así catalogan las personas que hacen carreritas en triciclos en el centro de la ciudad a su trabajo, debido que a pesar de que no obtienen grandes ingresos diarios, lo que llegan a hacer les alcanza para al menos llevar una «harinita» a la casa.
Las personas que trabajan haciendo este tipo de «mandados» aseguran que se comenzaron a dedicar a esta actividad pocos meses después que se declarara la pandemia en el país, ya que dejaron de percibir ingresos en sus antiguos trabajos.
Tal como le sucedió a Oscar Guzmán, quien relató que era trabajador de la albañilería, pero que debido a la pandemia y el alto costo de los materiales para construir se pararon las obras, por lo que tuvo que buscar la manera de mantener a su familia.
«Esto a mí me alcanza es para la comida, porque hay días en los que no se hace nada, antes trabajaba en la albañilería, pero ahorita no hay trabajos«, dice Guzmán, quien vive en El Trompillo y diariamente camina hasta el centro con una carretilla que adaptó para trasladar la mercancía de compradores que no aguantan el peso en sus manos.
Guzmán cuenta que el costo de las carreras varía dependiendo la distancia, pero normalmente tiene un costo entre 1 o 2 dólares pero también hacen cambios por productos, asegura que no puede cobrar más ya que las personas que van a comprar por bultos normalmente son de otros municipios a donde no podrían trasladarse pues solo cubren zonas cercanas.
Una situación similar vive el señor Miguel Valera, quien vive en Pata e’ Palo, asegura que antes vivía de las ventas de jugos naturales, pero que ahora debe trabajar como mandadero para poder comprar comida.
«Tenía mi trabajo, yo vendía jugos naturales porque tenía mi puesto, pero después de la pandemia todo se puso muy caro para invertir, por eso tuve que comenzar a dedicarme a hacer fletes«, dice Valera.
Estas personas que se dedican a las carreritas en triciclo aseguran que los viajes que hacen a diarios varían, ya que hay días en los que hacen hasta 4, como hay otros que en los que se van sin nada.
Debido a que el trabajo de los viajes no es constante, hay unos que buscan vender otras cosas en el triciclo mientras trabajan, como tetas y cigarros.