Cristina Linárez | LA PRENSA.- Con agonía viven los guaros los últimos días del año, se les van las horas visitando las entidades bancarias en diversos puntos de la ciudad en búsqueda de dinero. Hacer cola o pasar la noche para ser los primeros no les garantiza que podrán sacar efectivo.
Donde hay línea no hay plata, y donde hay línea no hay dinero, esas son puras excusas”, expresó la señora Cipriana Ordóñez, quien pasó tres días haciendo cola en el Bicentenario ubicado en el centro comercial Capital Plaza.
Usuarios comentaron que en la mañana ven llegar carretillas cargadas de remesas, lo que significa que hay dinero para despachar, sin embargo la esperanza dura poco, hasta que sale alguno de los trabajadores del banco a las 8:00 am y les informa que no tienen línea. Les explican que se trata de un problema técnico, pero un día después no es solventado o tienen otra justificación para no atender.
Tengo Bs. 400 mil en mi cuenta y tengo que andar a pie porque no cargo ni para pagar el pasaje, el dinero es mío, pero no puedo disponer de el”, contaba enojado Juan Carlos Vargas, a la vez que se preguntaba “¿dónde quedaba la calidad de vida para los venezolanos?”.
El escenario para los habitantes de los sectores foráneos como Carora, El Tocuyo, Tintorero, Quíbor y hasta Yaracuy que llegan a Barquisimeto con esperanzas de obtener dinero es mucho peor, algunos llegan en cola y pasan la noche fuera del banco por no contar con efectivo para pagar el pasaje y devolverse a sus destinos.
En Cabudare centro, el panorama es un poco menos aterrador, pero igual de preocupante; personas que permanecían en la cola del Banco Venezuela, aseguraban que un caballero del personal de seguridad cobra hasta Bs. 30 mil para burlar la cola y pasarlos de una vez.
Otros señalaron que los cajeros también irrespetan la fila “adentro se ve mucho el amiguismo, pasan a la esposa, tía, prima y no les da pena, de nada vale reclamar porque se hacen los locos”, dijo la señora Maura Díaz, quien tenía cuatro días yendo por Bs. 100 mil.
La desesperación de los guaros se debe a que el pago de transporte, compras diarias en bodegas que no tienen punto y hasta para cancelar las bolsas CLAP exigen dinero en efectivo. Personas hacen un llamado al alcalde Luis Jonás Reyes y a la gobernadora Carmen Meléndez para que le metan “la lupa” al sector bancario.
No respetan canas
Jubilados y pensionados no escapan de esta situación. A pesar de no tener tanta fuerza para durar tantas horas esperando en la cola del banco, hasta se han tenido que quedar durmiendo en las afueras de los bancos, porque andan sin nada en los bolsillos.
El gobierno no respeta las canas, estamos cansados de pasar tanta roncha para poder tener nuestro dinero”, dijo molesta Fernanda Suárez, una pensionada que tiene toda la semana yendo al banco, porque no ha podido sacar su dinero.
Esta situación hizo que estos se hicieran sentir durante una protesta frente al banco Provincial del C.C Barquicenter, debido a que desde hace tres días les dicen que no tienen dinero. En otros bancos lo máximo que les dan es Bs 30 mil.