Cristina Linárez | LA PRENSA.- “La situación del país nos puso creativos”, soltó Milagro Bujana mientras agarraba la silla de ruedas de su esposo, la cual fabricó con una carretilla.
Soldar una silla de escritorio a una carretilla de carga le bastó a Bujana hace tres meses para hacer un medio de transporte con el que pudiera movilizar a su esposo inválido.
La falta de dinero y lo costosas que se encuentran las sillas de ruedas fueron los motivos para que Bujana sacara a relucir su creatividad y ante la situación de desespero se le ocurrió esta brillante y práctica idea para que su pareja pudiera movilizarse.
En un recorrido realizado por diversos comercios de equipos médicos de la ciudad se pudo constatar que una silla de ruedas sobrepasa los 300 mil bolívares, y en muy pocos comercios las tienen a la venta.
Gerardo Aguilar, un comerciante consultado, dijo que en los comercios no se está vendiendo casi sillas de ruedas porque la inversión para comprarlas es grande y por el precio la gente no las compra.
Por los costos de las sillas de ruedas muchas personas recurren a las fundaciones para recibir donaciones. Sin embargo, desde hace un tiempo muy pocas están haciendo este tipo de donaciones por lo costosas que son.
Sharon Cordero, una de las personas consultadas, dice que ha “brincado y saltado” por varias fundaciones pidiendo ayuda para cambiar la silla de ruedas de su hijo, debido a que ya es muy pequeña para él y tiene algunas piezas dañadas. Sin embargo, no ha obtenido respuesta de ninguna fundación.