Joelis Sosa | LA PRENSA.– Sentada en la puerta de su casa con un bebé en brazos, mirando hacia los lados e intentando agarrar aire fresco, así está Meris Gallardo, quien tiene la piel repleta de ronchas y picadas de zancudo y casi sin respirar debido a que en la esquina de su casa, ubicada en la comunidad La Cruz parte baja hay una enorme laguna de aguas negras que vienen desde la comunidad José Gil Fortoul.
Gallardo explica que ha ido al médico y ha gastado mucho dinero en medicinas pero de nada le ha servido, pues el foco contaminante no les permite curarse. Ella y sus otro cuatros familiares padecen de una fuerte alergia en la piel por la insalubridad que hay en el ambiente.
Está familia no es la única afectada por las aguas negras, sino también cuatro comunidades más como lo son La Ruezga Norte y Sur, Juan Sánchez y Barrio La Cruz. Un sin fin de enfermedades se pueden padecer por medio de está podredumbre.
“Son varios los vectores que pueden generar estos focos contaminantes. En lagunas sean de aguas blancas o negras se crían renacuajos, sapos, zancudos y otros roedores que producen enfermedades de manera directa o indirecta a las personas que viven cerca de estos desbordes”, asegura Reinaldo Rivas, Médico internista, que explica que el zika, la chikungunya y el dengue son una de las enfermedades que se pueden generar a pesar de que el vector de estas crezca solo en aguas blancas, pues a su juicio estos animalitos crecen en agua empozada.
Mientras que las infecciones en la piel se debe a que los zancudos pican y las personas se rascan y rompen la piel para luego dejarla delicada, cosa que es algo delicado porque el ambiente con malos olores crean insalubridad en el ambiente.
Las infecciones respiratorias son otras de las cosas por las que se quejan quienes tienen este tipo de problema en sus casas pero Rivas señala que estas contaminaciones solo pueden generar picazón o ardor en las fosas nasales más no algún tipo de infección fuerte.