María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Buscar agua hasta por debajo de las piedras es una opción que se volvió cotidiana para los guaros. Ante la carencia del servicio por tubería, las personas recurren a tanquillas, tubos matriz e incluso hasta estaciones de rebombeo para poder abastecerse. Llenan sus tobos, bidones y algunos hasta cargan tanques pequeñ;os en sus carros.
En el caso de la 37 con carrera 8 de la comunidad San Juan parte baja, una tanquilla por donde va un acueducto subterráneo es calificada como una «bendición». Vecinos aseguran que no saben de dónde proviene el agua; sin embargo, dicen que es un flujo natural y disponible las 24 horas del día.
Por ser una calle empinada se puede ver a las personas cómo suben y bajan con los tobos en búsqueda del agua. Lo que hacen es abrir un poco la tanquilla, meten el tobo y van llenando. Ese procedimiento lo pueden hacer hasta tres veces en un día para poder abastecerse.
Eduardo Linárez, residente de San Juan, dijo que en su casa todos recurren al acueducto subterráneo porque siempre hay agua; con dos tobos van llenado y poco a poco equipan la mitad de un tanque azul para poder tener la reserva.
«Se usa para lavar y todo, porque por aquí más nunca llegó el agua», dijo Linárez. Aseguró que incluso personas de otros sectores del oeste y centro van a buscar en esa toma.
En la estación de rebombeo El Recreo en Cabudare, municipio Palavecino, sucede lo mismo. Las personas van con carretilla y bidones para poder llenarlos, pero hay casos que llegan hasta con tanques y hacen un solo viaje. José Romero, quien vive en Tierra del Sol, le adaptó un remolque a su carro y allí lleva un tanque azul de 700 litros a la estación. «Esto lo hago una vez a la semana, vamos llenado poco a poco el otro tanque que tenemos en la casa, porque el agua no nos llega», dijo Romero.
Hay casos en donde la gente también va a una tubería que está en La Pastora, al oeste de Barquisimeto o a las adyacencias de la Brahma, en la Zona Industrial.