Osman Rojas | LA PRENSA.- La esperanza se ha sembrado en el gremio médico. La llegada de un gobierno revolucionario ilusiona a los especialistas que trabajan en el Antonio María Pineda y es que, por simple lógica, las constantes supervisiones que hay en el Hospital Central deberían desaparecer.
“Hasta los momentos van 13 inspecciones y ya eso debe parar. La salud en Lara tendrá una línea única que viene desde Caracas y eso debería traer resultados. Los recursos y los insumos médicos nos deberían llegar con regularidad”, dijo el doctor Marcial Daza, exdirector del Hospital Central.
Para el especialista es necesario dejar los tintes políticos y ponerse a trabajar dentro de la institución.
“Nosotros estamos aquí porque queremos al hospital. Nuestro deber es salvar la vida de los enfermos que llegan y lo único que pedimos al Gobierno nacional es que nos entreguen las herramientas necesarias para poder trabajar”, concluyó el especialista.