María Betania Jordán | LA PRENSA de Lara.- Con piquiña y alergia están los estudiantes y docentes de la escuela José Gregorio Hernández, cerca de la Catedral de Barquisimeto, por una invasión de golondrinas.
Desde el miércoles pasado, estas aves llegan a las seis de la tarde y se instalan en el techo de la institución toda la noche, por lo que en las mañanas los que hacen vida en la escuela encuentran los salones llenos de plumas y excremento.
Son seis salones los más afectados por el mal olor y el excremento. Un total de 29 estudiantes entre primer y tercer grado sufren de picazón. Los docentes detallaron que la profesora de primer grado tuvo que dar clases en la biblioteca y en la cancha. «Mis alumnos presentan alergias en la piel, vómito y náuseas», expresó Liliana Torrealba, asegurando que hasta ella estuvo en el médico porque agarró picazón en el cuerpo.
Tan grave se ha convertido el caso de las golondrinas, que dos de los estudiantes de primer grado estuvieron hospitalizados por presentar intoxicación en la piel. «Notificamos a todos los representantes y levantamos un acta de lo que está pasando y ya no quieren traer a sus muchachos», comentó Torrealba, asegurando que el lunes tuvieron que suspender clases, mientras que ayer la matrícula fue baja. «Casi no vinieron estudiantes», aseguró.
La profesora comentó que en las tardes las golondrinas se apoderan de la institución, pero no hay nadie que les resuelva la invasión, pues fueron hasta Sanidad y les dijeron que no podían hacer nada porque no tienen con qué fumigar, por lo que han tenido que implementar alternativas caseras colocando gasoil, pero ni eso las espantan.
Torrealba comentó que los obreros están siendo muy afectados porque tienen que limpiar todo el desastre que dejan las golondrinas. «A nosotras nos da piquiña en todo el cuerpo porque no solo el excremento está en el techo, sino en el piso también y por toda la entrada de la escuela», expresó Soraida Alvarado enfatizando que es un peligro para ellos porque pueden agarrar alguna infección, pues las golondrinas, según ellos sueltan un piojo que les puede causar ronchas.
Winston Torres, docente de la escuela, expresó que la UBCh brilla por su ausencia y no hacen nada por el caso de las golondrinas. «Pero para supervisar a uno sí están pendientes», asegurando que si no tendrán que suspender nuevamente las actividades escolares.