María Betania Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Entrar a la UCLA y a la Unexpo despierta una gran nostalgia para quienes forman o formaron parte de estas casas de estudios. Sólo en recuerdos quedó el bullicio en los pasillos repletos de estudiantes. La soledad permite ver aulas y áreas como comedor, oficinas administrativas y biblioteca de puertas cerradas, mientras que el deterioro en jardines e infraestructura refleja la falta de inversión por parte del Ministerio de Educación Universitaria, cuyo presupuesto se fue reduciendo a tal punto que ya no cubre ni los trabajos de mantenimiento.
La UCLA suma al menos 14 años con una infraestructura que se derrumba poco a poco. Jesús Suárez, presidente de la Federación de Centros de Estudiantes de la UCLA (FCU-UCLA), fundamentó que desde el 2007 empezaron a reducir el presupuesto. «El mismo monto empezó a llegar desde el 2009 y se empezó a devaluar la moneda. Ya no alcanza para lo mismo, además ante la hiperinflación en el país se hace cuesta arriba rendir lo que llega», dijo.
La situación es crítica en esta universidad de renombre nacional. Sus decanatos están en pésimas condiciones y se puede evidenciar a simple vista que el monte cubre las áreas verdes, la falta de insumos de limpieza y personal es una tranca que impide mantener todo al 100%, pues a pesar que los estudiantes realizan operativos de limpieza no pueden cubrir todas las áreas.
El Decanato de Ciencias Económicas y Empresariales (DCEE), ubicado en la calle 8 entre carreras 22 y 23 está en abandono. «Hay mucha maleza y las cosas que no sirven se van arrumando», dijo José Monasterios, miembro de la FCU-UCLA, quien lamentó que incluso en el Rectorado haya una filtración de aguas negras que obligó a la clausura de la entrada principal.
El Decanato de Ciencias y Tecnologías, ubicado en la avenida Las Industrias, se encuentra sin energía eléctrica, pues con el pasar de los años se han hurtado los cables y con la falta de mantenimiento en los árboles hace que las ramas también dañen y rompan el cableado. Lo mismo sucede en el Decanato de Ciencias Veterinarias, ubicada en el municipio Palavecino, tras la avería de uno de los transformadores dejaron a oscuras a gran parte del núcleo.
Jesús Rodríguez, miembro de la FCU, dijo que el núcleo de Veterinaria tampoco cuenta con servicio de agua. «Necesitamos agua para las prácticas y los baños, además que la infraestructura está en pésimas condiciones», añadió.
En Humanidades y Artes ni siquiera cuentan con un decanato para ver clases, a pesar que ya está el proyecto, de acuerdo a datos de los miembros de la FCU necesitan al menos $9 millones. «Tenemos que ver clases de psicología en varios sitios, saltamos de un lugar a otro», dijo Neribeth Bracho, de la FCU, quien detalló que las sedes son el antiguo Cuartel Jacinto Lara, en la carrera 15 entre calles 26 y 27, el Hospital Luis Gómez López y el DCEE.
La biblioteca de la UCLA, que está en la calle 8 entre carreras 21 y 22, tiene 8 años sin funcionar, por lo que 8.000 estudiantes se ven afectados por no poder acceder a material bibliográfico para investigar y documentarse, pues hace tres años solamente les enviaban el 3% del presupuesto solicitado.
Jesús Súarez, presidente de la FCU, afirmó que el auditorio Ambrosio Oropeza también está de puertas cerradas desde hace tres años, desde cuya fecha no realizan actos de grado, pues no tiene ni aire acondicionado porque se los robaron. Ese espacio también estaba abierto para conferencias, charlas y talleres para la formación de los mismos estudiantes de la UCLA.
La Unexpo, la escuela de ingeniería venezolana, no está alejada de la misma realidad, el abandono y la desidia también son latentes. Amael Castellanos, vicerrector regional, dijo que sólo el edificio central necesita cambio total de la impermeabilización, pues cuando llueve algunas oficinas administrativas se mojan; sin embargo, no hay presupuesto para cubrir los gastos de funcionamiento y mantenimiento.
El vicerrector contó que el presupuesto que llega es mínimo y no alcanza para cubrir todos los gastos que requiere la universidad para que esté operativa y sin ningún tipo de problemas.
Los estudiantes hacen un llamado a las autoridades para que tomen cartas en el asunto, porque ya no cuentan con aulas en condiciones para ver clases, de seis que hay en la Unexpo sólo están operativas una o dos.
En cuanto a la biblioteca, el hampa se ha encargado de desvalijarla y ya no le dejan material bibliográfico ni mucho menos computadoras.
El monte también abunda por todas las áreas del recinto y hace que la universidad se vea aún más abandonada. «Nosotros le hacemos un llamado a las autoridades», dijo Evelia Colmenárez, estudiante.
Rectorado está en el olvido
«A pesar que el Rectorado es un patrimonio cultural del Estado, tiene la entrada principal cerrada». Esas fueron las palabras de José Monasterios, miembro de la Federación de Centros de Estudiantes de la UCLA (FCU-UCLA), quien detalló que tras un desborde de aguas negras la puerta está cerrada.
Los estudiantes detallan que no es posible que el Rectorado de la UCLA, ubicado en la carrera 19 entre calles 8 y 9, esté en esas condiciones ante la falta de mantenimiento que obligó a su clausura hace al menos tres años, debido a que el techo presenta una filtración de aguas negras, producto de las tuberías dañadas.
Monasterios dijo que para esa reparación, a pesar que tienen varios años no han enviado presupuesto. «Es un patrimonio del Estado y está con una filtración de aguas negras», lamentó.
Los estudiantes dicen que así también se encuentran los demás decanatos e incluso el mismo edificio central de la Unexpo, que también tienen varios años con filtraciones y se mojan algunas oficinas cuando llueve.
Hacen autogestión en la universidad
Jornadas de limpieza, compra de bombillo e incluso hasta de agua potable son algunos de los aportes que hacen los mismos estudiantes para poder ver clases en la UCLA y la Unexpo.
Evelia Colmenárez, miembro del Movimiento Estudiantil, dijo que los mismos estudiantes se han encargado de no dejar caer la universidad por la autogestión, pero en ocasiones hay cosas que quisieran hacer pero son costosas o no tienen autorización de las autoridades.
En el caso de la UCLA, incluso colaboran con cestas de comida para los profesores que se mantienen dando clases a pesar de su bajo sueldo.
Destrozos y hurtos en las áreas
La falta de vigilancia en las universidades pasa factura. Ante el poco personal, los dueños de lo ajeno aprovechan para ingresar a la UCLA y la Unexpo, dejarlas sin nada y dañar todo.
En lo que va de mes, son al menos tres hurtos que se han reportado, uno en la UCLA y dos en la Unexpo en tan sólo una semana, pues no cuentan con el suficiente personal de vigilancia.
A pesar que estudiantes y profesores han buscado la manera de resguardar lo que queda, ya muchas cosas se las han hurtado con el pasar del tiempo, en especial los aires acondicionados y computadoras, aparte que destruyen ventanas.
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