María B. Jordán | LA PRENS DE LARA.- Tan sólo un mal gesto o un apodo puede estar relacionado al acoso escolar o bullying. Si no se detecta a tiempo se puede convertir en agresión física y psicológica; razón por la que docentes de planteles de educación pública aseguran que hace falta personal capacitado en psicología y orientación para captar y atender estos casos a tiempo y proteger a la víctima y victimario.
Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores en Lara, explicó que en cada institución educativa deben existir al menos una orientadora y un psicólogo, pero en cuanto a escuelas y liceos públicos esto no se ve «y es un factor importante, es vital». Agregó que son contadas con los dedos de una mano las instituciones que cuentan con este personal tan necesario para abordar el acoso.
El profesor agregó que incluso los departamentos de orientación en ocasiones han quedado solos «porque no hay personal» y aunque no precisan un aproximado de las escuelas y liceos que están incluidas, agrega que donde las hay es más que todo en las escuelas para personas con discapacidad y en colegios privados.
En el caso de Fe y Alegría se han enfocado en que su prioridad para este año escolar 2022-2023 es prevenir el acoso escolar, por lo que se han montado en una campaña de sensibilización, pero también de formación para los docentes y todos los que son parte de las instituciones educativas.
Alexis Moreno, director de Fe y Alegría en Lara, explicó que de las 11 instituciones que están distribuidas en el estado cuentan con un equipo psicoeducativo conformado por un psicólogo, un orientador y hasta un psicopedagogo, y en donde no lo tienen buscan la manera de tener el apoyo de un coordinador ciudadano.
«Pero nos hemos enfocado en visibilizar el tema del acoso escolar y generar procesos de formación», expresó Moreno. Están haciendo campañas con el apoyo de especialistas en cada una de las instituciones educativas, aunque precisó que los niveles de bullying son bajos.
El director regional de Fe y Alegría comentó que la idea es crear un protocolo de protección, en donde ellos al detectar cualquier caso de acoso escolar lo primero que hacen es remitirlo al psicólogo u orientador para detectar si el problema viene del entorno familiar o social y en dado caso que sea más fuerte se hace el enlace con el Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, quienes a su vez evalúan si consideran que debe proceder a un tema legal o no.
Según Alma Caraballo, quien es psicopedagoga, en las instituciones también deben promoverse los valores como la empatía, el respeto y la tolerancia «y crear centros de autoayuda» que se pueden abordar a través de espacios de conversación e incentivar la buena comunicación familiar y ponerle atención a los estudiantes sobre sus intereses y necesidades, siendo la adolescencia la etapa más vulnerable y en la que los padres deben estar más alertas si sus hijos son víctimas o victimarios del acoso escolar.
Instituciones como el Consejo de Protección de Niños e instituciones de seguridad se mantienen desplegados en escuelas y liceos con charlas sobre el acoso escolar y el bullying.