Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA.- Al riesgo de no saber si podrán llegar hacia el otro extremo de la pasarela de metal se exponen diariamente habitantes de comunidades como Ruezga Sur, Ruezga Norte, Atilio Raviccini, San Jacinto, San José, Patarata, Valle Lindo, El Carmen, entre otros sectores, debido a las deplorables condiciones en las que estas se encuentran las infraestructuras cuyo deterioro salta a simple vista.
Estos puentes peatonales que están por encima de quebradas penden de un hilo para desplomarse, pues la mayoría de ellas ya ha cumplido su tiempo de vida útil el cual es de 25 a 30 años, además de que no reciben el mantenimiento correspondiente porque no se les realizan las inspecciones anuales para determinar cuales son las reparaciones preventivas que deben hacerse.
Y es que los habitantes de dichas comunidades aseguran que deben pasar con el rosario en la boca por las pasarelas, debido a la inestabilidad que se siente al cruzar de un extremo al otro, la sensación se asemeja a la de un mareo por el balanceo de las mismas el cual es causado porque el metal ha cedido de su soporte de concreto, a esta sensación se le agrega el no poder apoyarse en las barandas oxidadas en las que en algunos tramos se han desprendido.
Aunque estos puentes son peatonales también se ven motorizados y ciclistas que usan la pasarela para acortar camino, lo que hace que el deterioro en las láminas del piso avance más rápido.
«La pasarela tiene 67 años, de los cuales la última reparación que se le realizó fue hace 16 años, nosotros hemos optado por decirle a la gente que no pise las rayitas de las laminas debido a que estas tienen mucho desgaste, todas las personas que pasan por aquí saben donde deben pisar para evitar caerse», aseguró Antonio Peña refiriéndose al puente peatonal de metal que conecta a la Ruezga Sur y Ruezga Norte del cual mantiene la esperanza que sea reparado ya que autoridades de la gobernación se han acercado a constatar los daños que esta presenta.
Desde el Colegio de Ingenieros, Julio Gutiérrez, presidente encargado, explicó que la reparación de las mismas compete al gabinete de infraestructura de la municipalidad, quienes deberían realizar inspecciones anuales a las pasarelas de concreto y al menos dos inspecciones por año a las de metal.
«Cada una de las pasarelas lleva su diseño, en los que se establece el tipo de material, las de metal deben tener un mantenimiento mucho más frecuente porque ellas están expuestas a agentes corrosivos, ese mantenimiento es la revisión de las rampas metálicas, de los ángulos, recubrimiento de pintura o fondo anticorrosivos y pintura de recubrimiento exterior que es a base de aceite», dice Gutiérrez.
Gutiérrez aseguró que se debería hacer por lo menos una inspección visual a la mismas ya que allí los técnicos determinarán cuales son esos arreglos que deben hacerse y además que en su mayoría ya cumplieron su tiempo de vida útil por lo que estas inspecciones deben ser más frecuentes.
«No es lo mismo la pasarela de concreto que está en La Libertador, a por ejemplo un puente peatonal que esté encima de Guadagallo o en las zonas del oeste o norte donde hay cloacas desbordadas que son lanzadas a las calles y se convierten en colectores a cielo abierto que al calentar el sol se van evaporando y al irse evaporando va en el aire ese agente corrosivo que ataca en primer al lugar al metal», explicó Gutiérrez resaltando que Emica es la empresa que debe velar porque estas infraestructuras estén en perfectas condiciones y que no representen un riesgo para la vida.
Los problemas con las pasarelas de metal no solo se ven en las barriadas sino también aquellas que se ubican en las avenidas como es el caso del paso peatonal de metal que está en la avenida Lara a la altura del CC. Churún Merú, el experto detalla que esta pasarela data de 20 años y requiere de un mantenimiento porque la humedad la ha deteriorado.
Las reparan
En las comunidades aseguran que por autogestión han tenido que unir fuerzas para hacer uno que otro arreglo en la pasarela, como soldar algunas láminas y tubos, pues si esta se desploma se verán muy afectados debido a que para llegar al centro de la ciudad deberán caminar más.
«Como comunidad nos hemos reunido varias veces y hemos arreglado la pasarela, hacemos reparaciones donde podemos en las láminas, pero por lo menos por debajo de la estructura no la podemos hacer, ya que debe hacerse con otras maquinarias», comentó el vecino Douglas Rodríguez.
Todas carecen de alumbrado
Al peligro de atravesar los pasos peatonales de metal que se ubican en las comunidades que están a punto de caerse, se une el riesgo de ser atracados al acercarse la noche, debido a que estas no tienen alumbrado y muchos menos vigilancia policial, vecinos de los diferentes sectores aseguran que después de las 6:00 pm pasan a todo riesgo, pues no saben si del otro lado de la pasarela les serán quitadas todas sus pertenencias.
«La gente sabe que después de cierta hora no pueden pasar porque pueden ser atracados, esto se debe tanto a la delincuencia que hay en el sector, pero también a la falta de alumbrado que hay en la pasarela», dijo Antonio Peña refiriéndose al paso peatonal de metal que conecta a las comunidades Ruezga Sur y Ruezga Norte, la cual es una de las más dañadas.
Esta situación se repite en las diferentes pasarelas que se conectan entre las comunidades, la basura y la maleza que se ubica a los costados hace que los malandros se puedan esconder fácilmente para robar a las personas que transitan diariamente por ellas.
Vecinos piden que además de reparar las pasarelas, también se les coloque alumbrado y además se implementen despliegues de seguridad por las diferentes zonas durante todo el día para evitar que tengan que pasar con el rosario en la boca para no ser robados.
Reparan pasarela en el oeste
Desde el gabinete de infraestructura de la Alcaldía de Iribarren, la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (EMICA) el año pasado hizo la reparación de dos pasos peatonales de metal de comunidades como Lomas de León y en Los Libertadores, ubicados al oeste de la ciudad de Barquisimeto, los cuales eran prioridad para dichas comunidades debido a que estas atraviesan quebradas y los habitantes dependen de ellas para poder llegar a sus viviendas.
Las reparaciones que hicieron en ambas pasarelas estuvieron centradas en retirar el óxido que deterioraba el metal y luego procedieron a sellar y pintar con material anticorrosivo, también abarcó el desmalezamiento de la quebrada.
Desde Emica se pudo conocer que la institución conoce de aquellas pasarelas que necesitan mantenimiento preventivo, como es el caso de la que se ubica en la avenida Lara a la altura del Centro Comercial Churún Merú, al igual a la que se ubica en la avenida Libertador a la altura de La Concordia, la cual tiene las láminas deterioradas por lo que necesitan reparación.
Asimismo señalan que en el caso de las pasarelas que se ubican en las avenidas sean de concreto o de metal debe haber más conciencia y cultura por parte de los transeúntes quienes no hacen uso de las mismas exponiéndose a ser arrollados por los vehículos que transitan por dichas zonas.