Cristina Linárez LA PRENSA.- Estudiantes de la UPEL se quejan de la desmejora en el servicio del comedor, porque desde que comenzaron las clases, el pasado 21 de septiembre, sólo reciben unas cinco cucharadas de arroz o pasta, y una pequeña taza de granos.
Navor Romero, estudiante de esta universidad, asegura que los alumnos quedan con hambre, y los que pueden se llevan algo más de comida para medio calmar el hambre.
Romero indica que la bandeja de comida que reciben tiene un costo de Bs. mil 750, y por su bajo precio, no posee la cantidad suficiente de comida para saciar el hambre de los estudiantes.
Le exigen al decano de la UPEL, Nelson Silva, que pague una bandeja de Bs. 5 mil (más resuelta, pero sin proteico), a la empresa que presta el servicio, con el dinero que el Ministerio de Educación Universitaria envió durante los tres años que el comedor estuvo cerrado, porque ninguna empresa calificaba para el puesto.
En la universidad, a sólo dos semanas del reinicio de clases luego del período vacacional, aún están a la espera de que el Ministerio envíe el proteico.