Osman Rojas | LA PRENSA.- Cumplir con un tratamiento postoperatorio es prácticamente imposible. Desde que arrancó el año los antibióticos han llegado de forma inconsistente a las farmacias, fenómeno que es sentido por los pacientes recién operados.
Mirian Zambrano, paciente oncológica, relata cómo la escasez afecta su vida. Operada la semana pasada por un tumor maligno que se presentó en su seno izquierdo, la mujer debía cumplir a cabalidad con un tratamiento a base de ciprofloxacina pero, a siete días de la intervención, Zambrano confiesa que sólo ha tomado dos pastillas.
“La enfermera de guardia me dio dos pepas y ya. En las farmacias no hay nada y por eso mi recuperación es más lenta”, dice la señora. Zambrano asegura que el médico no le quiere cambiar el antibiótico por miedo a una reacción alérgica.
“Siempre me he llevado muy mal con las medicinas y mi médico lo sabe. Lo que más me preocupa es que ya los doctores explicaron que si no tomo los antibióticos me puedo enfermar”, soltó.
Según los números que maneja la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven), en el país hay una escasez del 95 % en cuanto a medicamentos postoperatorios. Relajantes musculares y antibióticos son los que más cuesta conseguir.