Jennifer Orozco | LA PRENSA de Lara.- Aunque hay señalados, no hay detenidos. Funcionarios de cuerpos policiales y militares son solicitados por la justicia, pues fueron señalados como los presuntos homicidas de manifestantes de 2017, pero hasta la fecha ninguno ha sido aprehendido.
Familiares de estos fallecidos aseguran que esperan que la justicia toque sus puertas algún día, pues tienen en sus manos informes donde señalan a los funcionarios con nombres y apellidos.
Grusenny Canelón, Manuel Sosa, Eyker Rojas, María Estefanía Rodríguez, Roberto Durán, Yaneth Angulo, José Miguel Pestano, Luis Zambrano Lucena, Rubén Morillo y José Gregorio Mendoza son algunas de las víctimas de 2017, en el que militares y policiales de diferentes cuerpos han sido señalados como los responsables de estas muertes, pero a pesar de que hay orden de captura no están en la cárcel.
Algunos de los familiares de las víctimas dicen haber encontrado videos y fotos de quienes dispararon en contra de los manifestantes, donde se evidencia la presencia policial y militar con armas de fuego en la mano. Supuestamente, según los informes que han llevado a fiscalía, los proyectiles que les dieron muerte procedían de armas de funcionarios.
Por el caso de Grusenny Canelón hay 14 militares solicitados con nombre y apellido, puestos en el expediente de la muerte del protestante de los cuales, según el cuerpo castrense, se desconoce el paradero. Es el caso donde hay más funcionarios señalados, sobre todo por el abuso de autoridad y fuerza, pues dicen que ese día no solo le dispararon con perdigones, sino que también recibió otros maltratos e incluso la falta de atención inmediata.
Otro caso que aún está sin respuesta es el de Manuel Sosa, joven de 30 años que recibió un disparo en la región infraclavicular del tórax cuando participaba de las manifestaciones antigubernamentales de 2017 en Valle Hondo, Palavecino. Sus familiares solo piden justicia divina para el responsable que aún permanece en libertad.
Sosa resultó herido cuando funcionarios de la GNB llegaron al lugar para reprimir la manifestación, caso que se repitió con Nelson Arévalo, quien presentó una herida en el rostro. El responsable permanece en libertad y el expediente engavetado, según denuncian familiares.