Kemberling Rodríguez | LA PRENSA DE LARA.- La conducta inapropiada de algunas personas pone en riesgo el buen estado de espacios públicos recuperados o recién inaugurados por los organismos del Gobierno. Plazas, fuentes, murales y parques son parte de las zonas que habían sido rehabilitadas en aras de brindar un sano esparcimiento a la ciudadanía, pero en ellas el vandalismo gana cada vez más terreno.
Cada acto vandálico contra las infraestructuras se traduce en un nuevo gasto público y perjudica al resto de personas que sí respetan y desean áreas acondicionadas para el disfrute familiar.
Angélica Yépez, presidenta de la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica), declaró que más de 100 espacios públicos han sido recuperados desde el año pasado al presente y, en este sentido, exhortó a los barquisimetanos a mantener en condiciones óptimas las áreas comunes del municipio.
«Nuestro trabajo de mantenimiento es permanente; sin embargo, no es motivo para que otros dañen o arruinen los espacios públicos; las familias merecen visitar lugares al aire libre que estén en buen estado, sentarse en una plaza bien iluminada, apreciar el arte urbano, pero si existen seres inescrupulosos que sólo buscan dañar, ellos nos afectan a todos por igual», expresó la funcionaria.
En la fuente dinámica tricolor ubicada en la plaza de la Justicia, en pleno centro de Barquisimeto; tres lámparas que iluminaban la salida del agua y ofrecía un espectáculo visual que a más de un citadino le dio motivos para querer tomarse una fotografía junto a sus amigos o familiares, fueron sencillamente arrancadas; actualmente está en mantenimiento, detalló Yépez.
De esta forma, el vandalismo afecta a estos espacios que deberían contar no sólo con guardianes oficiales, sino con la veeduría ciudadana para conservarlos intactos. «No se trata de tener un policía en cada espacio rehabilitado, hace falta un mayor compromiso de parte de los ciudadanos para con su ciudad», expresó Gregory Osal, residente del casco central.
Mientras que Marielis Palencia, ciudadana, explica que desde los hogares deben inculcar el cuidado de los espacios públicos; destacó que desde temprana edad se puede enseñar a los niños a disfrutar de la naturaleza, parques, plazas, museos sin la necesidad de causar algún tipo de destrozo, al contrario, inculcando el valor del respeto por los semejantes y el entorno.
El Monumento Obelisco, al oeste de Barquisimeto, fue blanco de un grafiti que dañó la reciente pintura; las figuras abstractas elaboradas en metal y que decoraban los alrededores también fueron derrumbadas por algunos ciudadanos que se subían para saltar en ellas y, de tanto mal uso, terminaron arruinadas por completo.
Miriam Hernández declaró que parte de las nuevas generaciones no tienen sentido de pertenencia, causan daños a los espacios o, aquellas personas que presencian algún tipo de vandalismo «no los denuncian ante los organismos».
Eulogio Navas plantea que en las escuelas y/o liceos tanto públicos como privados se brinden charlas para despertar la conciencia ciudadana y así impedir que otros espacios sean dañados. Asimismo, exhortó a sancionar con actividades comunitarias a quienes ocasionen deterioros al municipio.