María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Escuelas e instituciones en Lara que se encargan de brindar educación y atención a niñ;os con dificultad de aprendizaje, déficit intelectual, con impedimento motor, físico, auditivo y de lenguaje no han paralizado sus actividades y surfean los obstáculos, adaptándose a nuevas modalidades en medio de la situación país y la pandemia.
En el caso del Instituto Centroccidental de Audición y Lenguaje (Icoal), ubicado al este de Barquisimeto, donde se encargan de atender a 25 niñ;os con discapacidad auditiva y algunos con otro impedimento, buscan estrategias de integración. Dania de Perláez, directora de Icoal, explicó que para los estudiantes con deficiencia auditiva manejan los contenidos curriculares habituales desde preescolar hasta sexto grado, pero adaptados al lenguaje de señ;as.
La profesora agregó que ellos reciben a jóvenes de los municipios Iribarren, Jiménez, Morán, Palavecino e incluso de Yaracuy, y en este momento no todos pueden estar de manera presencial. «Nos encargamos de mantener la educación vía WhatsApp o por correo electrónico y asisten a la escuela cuando pueden, entendemos la situación».
En el caso de la escuela María Meléndez García, ubicada en la urbanización Patarata, también se encargan de atender a 80 estudiantes con hipoacusia o sordera desde preescolar hasta sexto grado, muchos de ellos presentan dificultad de aprendizaje. Tania Gibson, asesora pedagógica, dijo que cuentan con docentes, auxiliares, además de psicólogos para una atención integral de los muchachos.
Raiza Bastidas, directora de la escuela, dijo que la institución es su hogar porque ella fue estudiante allí. Mientras que Trina Delgado, profesora, se encarga de grabar videos desde la Zona Educativa con todos los contenidos pedagógicos para las clases de los estudiantes.
El Centro de Atención Integral a Personas con Autismo (Caipa), ubicado en Patarata, cuenta con 156 niñ;os. Francis Orochena, subdirectora de Caipa, explicó que lo primero que hacen es evaluar y hacer un diagnóstico para abordar las deficiencias, bien sea a través de la estimulación sensorial o psicológica, además de terapias de lenguaje y hasta hidroterapias.
«La idea es que alcancen sus competencias y sean autónomos en su alimentación, aseo personal, tengan hábitos de trabajo y se comuniquen; es decir, conductas básicas», dijo Orochena. Todo este trabajo está distribuido en nueve maestros, además de psicólogos y terapistas.
En el Centro de Desarrollo Infantil, en Patarata, se encargan de la prevención y atención temprana, desde que los niñ;os están recién nacidos con coeficiente regular comprometido o autismo. Hernán Piñ;a, director, dijo que ellos siguen trabajando atendiendo a una población de 107 niñ;os. «Unos referidos de médicos y otros se les hace el diagnóstico». Ellos se encargan de terapias y acompañ;amiento y hacen enlaces para incluirlos en instituciones educativas cercanas a su domicilio.