Alejandro Delgado | LA PRENSA.- La escuela Dilcia Moreno de Bossa, ubicada en la entrada de Cerrito Blanco, al oeste de la ciudad de Barquisimeto, presenta una serie de problemas que afecta diariamente a los niños que se forman en la sede. Los salones de clases tienen pocos pupitres y la mayoría se encuentran en mal estado, obligando así que algunos niños vean clases sentados en el piso.
La cantina escolar no funciona desde hace un buen tiempo por falta de presupuesto: “Yo me encargaba de la cantina por colaboración y vendía los alimentos a precio solidario, pero ya no puedo y ningún organismo colocó a otra persona”, aseguró Elio Añez, vocero del Consejo Comunal.
En la parte trasera de la escuela existe un tanque de agua en estado de abandono lo que permite la proliferación de zancudos y el dengue en la institución. Además, en algunas oportunidades han aparecido pequeñas serpientes que pueden colocar en riesgo la vida del niño.
El tema de la luz no se escapa de esta problemática. La escuela cuenta con diversas lámparas pero no tienen bombillo y como consecuencia, en las noches reina la oscuridad.Yuraimi Gómez, quien se desempeña como profesora de docente, manifiesta que la cancha se encuentra en mal estado. “Necesitamos pinturas y un techo para la cancha. Durante la tarde los niños reciben mucho sol”.
Por último y no menos importante es que la Zona Educativa no ha asignado un director para que lleve las riendas de la institución. Debido a la amplia matrícula, que supera los 800 niños, la escuela debería tener aproximadamente tres directores. “El año pasado teníamos una directora ya jubilada, ella aceptó trabajar con nosotros durante ese tiempo. No obstante, hasta la fecha la Zona Educativa no ha puesto a un directivo en la escuela” así informó la profesora Kemberly Guédez.
Todos hacen un llamado a la gobernación del estado Lara y al Gobierno Nacional para que les otorguen computadoras canaimas y rápidas soluciones a sus males.