María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Techos por el piso y con filtraciones, paredes agrietadas, sin servicio de agua potable y mucho menos vigilancia son algunas de las carencias que presenta la escuela del Núcleo Escolar Rural 334, ubicada en el caserío Santa Lucía de Bobare, parroquia Aguedo Felipe Alvarado.
La institución cuenta con una matrícula de 10 estudiantes de los sectores La Fundación, Agua Dulce y Santa Lucía. La edificación de esta escuela está conformada por un aula unitaria, donde atienden tres estudiantes de primer grado, dos de segundo grado, tres muchachos de cuarto grado y dos de quinto. Actualmente no hay matrícula de sexto grado; sin embargo, están capacitados para impartirla.
De acuerdo a la información suministrada por Juan Cama, quien es dirigente y luchador social, por ser un caserío que queda casi a dos horas del casco central de Bobare, municipio Aguedo Felipe Alvarado, no hay mucha población, pero para los pocos que hacen vida en la institución tampoco les brindan óptimas condiciones de estudio.
«No tiene baño, comedor ni agua, además que los baños son artesanales», dijo Irrael Torrealba, dirigente de Bobare, por lo que agregó que el aula integral de la institución no es tomada en cuenta para rehabilitación ni algún mantenimiento, pues ni siquiera cuentan con vigilancia y los estudiantes deben recibir clases sin contar con un tobo de agua ni alimentación, a pesar de que eso es un derecho para todos, sin importar la lejanía.
Torrealba detalló que el techo hace poco se desplomó y le tuvieron que colocar unos soportes de palos «que fueron traídos de la montaña» para poder seguir dando clases. Agregó que las paredes están en total deterioro porque no tienen ni mantenimiento y mucho menos pintura, lo que se traduce que a simple vista se note el abandono de la institución. Temen que en cualquier momento se produzca una fuerte lluvia y termine con lo que queda.
A eso se le suma que por ser un aula unitaria sólo hay una sola docente que atiende a los 10 estudiantes y les brinda atención personalizada de acuerdo al nivel académico que estén cursando cada uno, pero además se debe hacer cargo hasta de la limpieza y todo lo que significa el funcionamiento. Los vecinos agregan que la única docente que hay hace todo un esfuerzo para ir y venir, pues no es del sector e incluso a veces hasta pide cola para poder llegar a dar clases.
Entre todos colaboran& ;
Tras desplomarse el techo del Núcleo Escolar Rural 334 del caserío Santa Lucía, entre toda la comunidad buscaron palos de las montañas para poder armarlo, tomando en cuenta que no tienen ninguna ayuda de instituciones del Gobierno.
Lo poco que hay es porque entre todos les duele el aula unitaria; sin embargo, no es mucho lo que pueden hacer por ser un caserío a casi dos horas de Bobare, municipio Aguedo Felipe Alvarado.
En mal estado
El estadio de El Buchal también se encuentra en pésimas condiciones. El techo está desplomado al igual que la cerca perimetral y es una de las áreas que tienen los vecinos para la distracción y deporte.