Ana Uzcátegui& ;| LA PRENSA de Lara.- La emergencia energética que sufre el país podría agravarse por la falta de gasoil y el déficit de gas natural así lo informó el especialista Antonio Patiño, miembro de la Asociación Venezolana de Ingenieros Electricistas, Mecánicos y Profesiones Afines (AVIEM) al señalar que si la producción de estos dos hidrocarburos, las plantas termoeléctricas del país están en jaque. Sostiene que paliar los cortes eléctricos en diciembre será misión imposible si Pdvsa sigue con niveles mínimos de operatividad.
«El gas no llega con la presión requerida a las tuberías de suministro de las centrales termoeléctricas, debido a que la producción de petróleo ha bajado, situación que provoca que queden prácticamente fuera de servicio. Uno de los problemas graves que ha afectado la toma de decisiones, de seguir instalando plantas termoeléctricas para aliviar el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), es que no hay suficiente combustible para mantenerlas», destacó.
El gasoil y el gas natural, son los combustibles que alimentan la generación de energía de al menos 18 plantas termoeléctricas del país. En Lara existen tres, pero sólo una está operativa, Planta dos en la Zona Industrial dos, que aunque tiene un sistema dual de combustible, funciona principalmente con gas.
Patiño afirma que en materia eléctrica «el enfermo no mejora», porque a raíz del incendio registrado en Planta Centro, Morón, a inicio de mes, se dejaron de aportar 600 megavatios al sistema interconectado que alimentaban los estados del centroccidente, Zulia y los andes
Golpean dos zonas
Oswaldo Méndez, secretario del Sindicato de Corpoelec en Lara, aclaró que la entidad genera sólo 30% de energía eléctrica a través de Planta dos que atiende el circuito del Hospital Central, en el que están incluidas comunidades como la Concordia, Ruezga Sur, una parte de la Zona Industrial uno y la avenida Vargas. Asegura que Juan de Villegas y el municipio Palavecino son los más golpeados.
«El racionamiento es casi total en ambas zonas, porque los cortes son por más de cuatro horas y dejan sin energía a dos circuitos simultáneamente, es decir, cuando comunidades de la parroquia Cabudare se quedan sin electricidad, el servicio también se lo cortan a los habitantes de la parroquia Agua Viva. Lo mismo ocurre con Ana Soto (Juan de Villegas)», expresó.
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