Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- El silencio se limitaba a la solemnidad de las misas, porque la emoción de la procesión por San Antonio de Padua estaba precedida por el estruendo de los cohetes, bailadores que le escoltaban como guardia de honor y un recorrido entre los sones del tamunangue. Vibró la feligresía, agradeciendo los favores concedidos y pidiendo por la salud entre el ondear de las faldas, la agilidad del juego del garrote y la emoción que engalanó a niños y adultos en diversas comunidades de Lara.
Eran tantos los bríos que superaban el esfuerzo físico. Tal como lo demostró Benita Pereira, una sexagenaria que dejó su silla de ruedas frente al santo y sin importar lo caliente del pavimento de la plaza La Justicia, se estremecía desde el suelo con toda ese energía del baile colorido del son de La Bella. «No tengo nada y sólo vengo a pedirte para que me repongan, porque he logrado poder con esta diabetes», exclamó la señora proveniente de la urbanización Alí Primera y con fe de una mejor calidad de vida.
Barrio Unión fue una de las comunidades que ayer despertó en honor a San Antonio, porque los velorios empezaron el domingo por la noche. Era doble la celebración porque el Movimiento Cultural San Antonio arribó a sus 41 años con la participación de las agrupaciones «La Salle», «Lara Crepuscular», «Expresión folklórica Nueva Generación», «Tradiciones de pueblo», «Senderos de tradición», «Independiente» , «Música, sones y tamunangue» y «Sentir tamunangue». Fueron 250 bailadores, incluyendo niños, la ejecución de 30 músicos y 20 colaboradores.
Ese festín fue todo un día de recorrido por 70 paradas de promesas a lo largo de 4.5 kilómetros de esta parroquia, luego de tener la bendición en la misa oficiada por el padre Carlos Hernández y que se extendió por Barrio Unión, Nuevo Barrio, Los Luises y La Pastora. «Es el calor a pueblo que enaltece al patrono y así lo aprenden los niños», señaló Jairo Herrera, coordinador del Movimiento Cultural San Antonio.
Hacia el norte y dando la bienvenida a Tamaca, fue erigido un monumento de tres metros en la vía El Trapiche. Una obra en metal del artista plástico Alexander Méndez, en honor a San Antonio levantada por la Alcaldía del municipio Iribarren. Se presentó la Banda Show Municipal con sentido tributo.
El Tocuyo con dos procesiones
En El Tocuyo, la procesión del patrono San Antonio se vio marcada por tener dos procesiones en paralelo, las cuales se encontraron en un punto de la ciudad madre.
En una de las procesiones iba parte del clero larense. Esta era solemne y no se permitieron hacer los bailes de tamunangueros. En la otra, era la procesión acostumbrada, con sones de negro y la algarabía de la gente por celebrar el día de su patrono.
Cuando el San Antonio de la procesión tamunanguera pasó por la capilla que está al lado del hospital, las hermanas de asilo no lo dejaron entrar.
En un camino muy estrecho, frente al asilo, se encontraron «los dos San Antonio» de frente. En un momento bastante incómodo, para ambas feligresías, las dos imágenes quedaron una a lado de la otra, una procesión al ritmo del tamunangue y la otra silenciosa. Luego siguieron caminos diferentes.