Daniela Valladares | La Prensa.- Desde hace seis meses los siquisiqueños están aguantando el desborde de las cloacas en las principales calles de la ciudad, por eso decidieron tomar las oficinas de la sede de Hidrolara.
Con tobos en mano llenos de excrementos y pancartas, la comunidad se fue hasta la avenida Andrés Bello y comenzaron a protestar frente a Hidrolara porque se sienten “hartos y abandonados” por el Gobierno regional, pero fueron ignorados cuando los trabajadores decidieron irse y dejar las instalaciones solas.
“Siquisique es un pueblo abandonado, hace meses tenemos desbordamiento de cloacas, hemos buscado solución de manera pacífica, pero ya la paciencia se perdió”, expresó alterada, Florimar Pérez vecina del pueblo.
La avenida Urdaneta también presenta fallas con las aguas servidas y un cráter lleno de agua verde y fétida se encuentra en la mitad de la calle. Los vecinos afirman que muchos niños de la comunidad han presentado escabiosis e inflamación de las adenoides por inhalar tanta putrefacción. Cuentan los vecinos que Hidrolara comenzó las reparaciones, pero de un momento a otro se detuvo porque no había más tubos en el país y no era sino hasta septiembre cuando llegarían nuevamente. Los concejales Luis Fernando Medina y
Luis Córdoba se acercaron al lugar y les explicaron que al parecer los tubos ya aparecieron. Sin embargo en Siquisique exigen la presencia de ingenieros y del gobernador para levantar la protesta.