Ana Uzcátegui | LA PRENSA de Lara.- El remoquete de que Venezuela es el país con la gasolina más barata del mundo ya no aplica, por lo menos durante esta coyuntura de la pandemia por el coronavirus y gracias a los bachaqueros que han aprovechado la escasez y el control gubernamental para revender el combustible entre 2 y 3 dólares por litro, lo que tiene arrinconado a millones de conductores.
La crisis que se venía arrastrando desde hace un año, parece que vive un momento muy álgido pues en la vecina Colombia, el litro en el mercado negro se cotiza en 0,54 centavos de dólar, es decir, casi 2,8 dólares más caro que aquí, mientras que en Estados Unidos un galón de combustible (3,7 litros) oscila entre 2 y 3 dólares.
Oficialmente el precio de la gasolina nacional no ha aumentado por el gobierno de Nicolás Maduro desde febrero de 2016, por lo que su valor real es 0,00001 bolívares el litro. No hay billete en el cono monetario actual con el que se pueda cancelar ese monto, pero paradójicamente, en los últimos tres años cuando se ha registrado un racionamiento de combustible su valor puede escalar tan rápido como lo hace diariamente el dólar paralelo en páginas de internet.
José Escalona es taxista y el martes 17 de marzo compró un bidón de gasolina de 20 litros en 15 dólares, un mes después pagó por esa misma cantidad 60 verdes. «Al principio lo pagué para seguir trabajando, pero ya cuando el cierre de las estaciones de servicio fue total, tuve que guardar el carro en casa. Siempre trato de tener medio tanque lleno por cualquier emergencia», argumenta.
En zonas de difícil acceso y donde no hay gasolineras cerca, el precio del combustible bachaqueado puede ser más elevado, así lo denunció Jorge González, productor de papa de Río Claro, parroquia Juárez de Iribarren, quien asegura que le han pedido hasta 5 dólares por litro, situación que lo mantiene con su cosecha retenida porque para ir a Barquisimeto y llenar el tanque de su camión de 90 litros, necesitaría 450 dólares. «Terminaría invirtiendo en gasolina más de las ganancias que me dejará la siembra», comentó.
El expresidente de Pdvsa y especialista en petróleo José Toro Hardy, explica que los precios exorbitantes que se manejan en el mercado informal, no se presentan en ningún otro país, ni siquiera en Hong Kong China, donde según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), se paga la gasolina más cara, fijando su valor en 2,16 dólares por litro.
«El bachaqueo se da porque simplemente no hay gasolina, en todo escenario cuando hay escasez, inevitablemente surge el mercado negro. Ahora, la pregunta que tenemos que hacernos es, ¿quién está abasteciendo ese mercado ilegal?. Probablemente los responsables estén vinculados con Pdvsa, y si es así, entonces detrás de todo hay una gran corrupción», expresó.
Toro Hardy desestimó la información que ha circulado sobre la supuesta activación de la refinería El Palito en el estado Carabobo, y afirma que el gobierno pretende tapar con un dedo la deplorable situación en que se encuentra Pdvsa y el suministro de combustible, alegando que se da por los casos de COVID-19 que hay en el país.
«La realidad es que las seis refinerías que existen en Venezuela están paralizadas. Creo poco probable que El Palito pueda arrancar con parchos, porque lo que se sabe es que están sacando repuestos de la refinería Amuay en Falcón, pera llevarlos a El Palito, si en dado caso está produciendo, lo que están sacando es crudo que no tiene los aditivos necesarios para que tenga un octanaje de 91 o 95 octanos, que la hagan aptas para el consumo», explicó Toro Hardy al decir que los aditivos necesarios los dejó de producir el Complejo Refinador de Paraguaná, y el gobierno no los pueden importar ni de Estados Unidos ni de la India, países que bloqueados por las sanciones internacionales impuestas por el gobierno de Trump.
«El gobierno lograba saltar las sanciones por medio de la petrolera rusa Rosneft que conseguía los aditivos para la gasolina, pero desde mediados de marzo esa empresa se fue de Venezuela. Ahora el tema es que PDVSA no tienen gasolina, la pandemia ha venido en auxilio del gobierno en el sentido que hoy en día estamos todos en cuarentena, no hay tráfico, por lo tanto no hay consumo de gasolina», explicó Toro Hardy, quien asegura que aunque pasen los 30 días adicionales de confinamiento, la escasez se mantendrá.
Hace 20 años cuando en el país habían 13 mil industrias activas, la demanda nacional de gasolina era de 250 mil barriles diarios. «Esa cifra ha bajado considerablemente por la cantidad de empresas cerradas y la migración», estimó. Aunque el precio del barril del petróleo venezolano en el mercado internacional se desplomó a 13,03 dólares el viernes 17 de abril, el economista sostiene que el país ya no se mantiene con la renta petrolera, porque de 3,5 millones de barriles diarios que producía PDVSA en 1998, ahora está por el orden de 600 barriles por día.
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