José Najul | LA PRENSA.- Aunque parezca increíble las plazas vacías se multiplican porque el trabajador emigra. Puestos laborales que hace años eran codiciados por personas capacitadas para desarrollar una carrera, ahora generan repulsión en especial de los profesionales que dejan oxidar los anuncios laborales en búsqueda de personal capacitado.
Según la Unión Nacional de Trabajadores, en el primer semestre de 2016 se perdieron 400 mil puestos de trabajo en el país. Sin embargo, dirigentes vinculados al mundo laboral consideran que los números son aún más alarmantes que los que el Gobierno nacional deja entrever.
Héctor Contreras, dirigente de la Central Venezolana de Trabajadores (CTV) en Lara, señala a la migración como el primer aspecto que infla esta estadística. Estima que en los últimos años un millón de profesionales se marcharon del país.
En Venezuela, la masa laboral activa se estima en unos 15 millones, más 3 millones de jubilados y existe otro millón que, según Contreras se ha fugado en busca de oportunidades laborales en otras naciones.
Es lo que no dicen los números del Gobierno porque es gente desempleada, pero que busca trabajo en otros países”, apunta el sindical, quien también añade que los bajos sueldos y la deteriorada calidad de vida en este país espanta a los trabajadores.
Los últimos registros oficiales que la CTV califica como “maquillados” son del Banco Central y ubican el desempleo en 7,5 % (en 2013) y el Instituto de Estadística que lo registra en 5,5 %, según una publicación de su página web oficial en el 2015. Sin embargo, estos números, que no están actualizados, dejan de contemplar el desempleo de criollos en el exterior.
Además, consideran como “empleados” a las personas que reciben algún beneficio de índole social a través de las misiones. Las cámaras gremiales también señalan una baja en los empleos. No hablan de dígitos concretos, pero consideran que la producción ha desmejorado en un 70 % como mínimo, y hacen el llamado al estímulo para que el trabajo sea tentador.