LA PRENSA.- Por las mismas escaleras por donde pasan los familiares, médicos y pacientes que se mueven dentro del Pediátrico Agustín Zubillaga, pasan los trabajadores de saneamiento ambiental con los desechos.
Entre 30 y 40 bolsas de desechos sólidos bajan los trabajadores al día desde hace tres años, época en la que se dañaron los dos ascensores del centro de salud .
Jesús Colmenárez, trabajador, asegura que temen por incrementar los muy probables focos de contaminación en esos espacios.
Sin embargo, también acota que el trabajo ha provocado que los trabajadores hayan comenzado a sufrir de fuertes dolores de espalda.