Osman Rojas | LA PRENSA.- A las 6:00 de la mañana salió de su casa ubicada en Pueblo Nuevo. Dejó hecho el desayuno y el almuerzo para recorrer la ciudad con calma y se llevó un bolso grande por si conseguía productos regulados.
“Hay que estar pendiente de todo. Ahorita no se consigue nada y cuando sacan la mercancía uno tiene que volar”, dice Mirian Carrillo antes de seguir su peregrinaje por el centro de la ciudad.
La mujer es madre de dos niños y a diferencia de años anteriores, ahora pasa los días decembrinos buscando qué comprar para guardar. “Vienen las vacaciones colectivas y eso significa que la escasez se agudizará”.
El argumento de Carrillo es compartido por muchas amas de casa que han tomado estos primeros quince días de diciembre para hacer un inventario que les permita estar tranquilas en enero. “Tengo una semana saliendo todos los días para ver si compro pasta”, comentó Alicia Torrealba mientras esperaba ruta en la avenida Libertador.