Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- El ladrido se escucha cuando apenas se pone un pie en el Hospedaje «Patitas de Ángeles», unos perros juguetean entre ellos, otros saltan a recibir la visita y hasta le ponen sus patas en el pecho para darle lengüetazos, esa es una de las formas como expresan su felicidad al estar en un cálido hogar.
Carmen Betancourt y Olivio Ramírez son educadores de profesión, hace cinco años que decidieron transformar el patio de su casa en un hospedaje para animales de la calle y rescatarlos, una labor que no ha sido fácil pues en el camino se han encontrado limitaciones debido a los altos costos de alimentos, pero han podido recibir aportes de padrinos y fundaciones como «Cola Feliz».
La pareja vive en el kilómetro 8 de Pavia Abajo, desde allí abrieron su corazón y su sensibilidad para rescatar a los animales, y es oportuno destacar que mañana sábado se conmemora el día internacional de los animales sin hogar.
«El caso de René es uno de los que más nos ha asombrado, él llegó desnutrido, golpeado y perdió su ojo derecho, todos pensaban que moriría, pero con amor comenzamos a atenderlo, lo llevamos al doctor y empezamos a darle la comida indicada, hasta que luego de tres meses se recuperó. Este es uno de los caso que la fundación Misericordia Divina nos ha traído y estamos contentos por los resultados», sostuvo Olivio, mientras acaricia a René.
En el hospedaje de «Patitas de Ángeles» tienen alrededor de 17 perros, dos gatos y cuatro morrocoyes, todos rescatados en diferentes situaciones, unos por maltratos y otros por abandono.
«Las personas no pueden ver a un animal como que es algo que se puede desechar, que se puede lanzar a la calle, ellos son seres, ellos sienten, tienen sentimientos, son tal cual como nosotros los humanos. Sería bastante bonito que las personas se dieran cuenta de la necesidad que tiene cada animal de la calle», sostuvo Carmen.
Algunos de los perros que Carmen tiene bajo su cuidado están temporalmente, pues luego de sanarlos y que tengan sus vacunas, son puestos en adopción, con lo que esperan reciban una nueva oportunidad, con una familia que les de amor.
Jeni al rescate
La labor de Jenirée Rodríguez es de admirar. A diario recibe alrededor de 20 reportes de animales en situación de riesgo en la calle, unos más críticos que otros, su fundación «JR Rescata» no la maneja sola tiene a su familia y a seis personas que la ayudan en el refugio, que se ubica en la comunidad Agua Viva El Roble, al oeste de Barquisimeto.
Al abrirse el portón del refugio se ve la labor titánica que lleva Jenirée, cuando alrededor de 90 perros, comienzan a ladrar al mismo tiempo y con una sonrisa dice «bienvenidos a nuestro refugio de milagros».
«Tenemos alrededor de 90 animalitos, pero tenemos otros grupos hospedados que son también rescates nuestros, pero que por el tema del espacio, nos vemos en la obligación de tenerlos en otro lugar, pero forman parte de la manada de la fundación y entre todos alcanzamos 180″, comentó Renirée.
Certificación
Para Jenniré, el adoptar a un perrito no es solamente quererlo y ya. Como fundación visitan el hogar que desea un nuevo miembro y evalúan las condiciones en las que estará el perrito.
Luego de realizarse la adopción, la Fundación está al pendiente de los animales, piden a sus nuevos dueños fotos y hasta los visitan, luego de meses y que saben que están en buenas manos y con una segunda oportunidad de vida, les entregan un certificado de adopción, que describe al perrito que les entregan y en las condiciones en las que se lo entregaron.
Jenirée pide consciencia a las personas para que no abandonen a los perritos.