Osman Rojas | LA PRENSA.- Luego de dos años de inoperatividad, la sala de trauma shock del Hospital Pediátrico volvió a abrir sus puertas. El servicio que presta atención médica a los niños que han sufrido algún accidente o presentan agudos problemas neuronales estaba cerrado por filtraciones y problemas con las aguas negras.
“Nos comprometimos a dar respuesta a los niños y ya lo hicimos. El pediátrico tiene el servicio activo”, fueron las palabras de Linda Amaro, viceministra de Salud, minutos después de visitar la institución.
Amaro resaltó que ya no hay pacientes acostados en los pasillos ni tampoco niños compartiendo una misma camilla. “Le hemos metido el pecho a los problemas para rescatar a los hospitales”, soltó la viceministra.
El Agustín Zubillaga no fue la única institución encargada de recibir recursos, pues en una inspección realizada el día de ayer al Hospital Central en el que se le permitió el acceso a los medios, se pudo confirmar los trabajos de mantenimiento que se realizan ahora mismo en la institución.
“Se ha desmalezado la parte trasera del hospital y las bombas de agua fueron colocadas. Todo el sistema de bombeo se mejoró y vamos a trabajar en la iluminación que está destruida”, dijo la especialista.
Amaro señaló que aún no puede hablar como directora de salud en Lara (todavía no se oficializa su nombramiento), pero dejó claro que el Nivel Central seguirá enviando los recursos para el trabajo.
“Hay muchas cosas que recuperar y nosotros estamos dispuestos a ayudar a todos”, concluyó la doctora.
A lo largo de todo el recorrido, especialistas y directores de distintos servicios buscaron a la doctora Amaro para expresarle las necesidades que hay en las áreas especializadas.