Rosalinda Peñaranda / EE| LA PRENSA.- Con los ojos aguarapados y la piel erizada, honrada por sus dos hijas, Noemi Cordero confiesa que “cuando las escucho en las presentaciones, el corazón parece que se me va a salir”. Ésta como muchas reacciones llenas de emoción y grandes sentimientos, muestran las madres y representantes de los niños y jóvenes que componen la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar del módulo El Carmen.
Esta sinfónica comenzó en el año 2014, gracias a la iniciativa del ahora director y profesor Jean Carlos Figueredo, con apoyo de la fundación Amanauk, para un año después ser parte también del Sistema de Orquesta Sinfónica Simón Bolívar.
En sus inicios ocuparon espacios en comedores de las instituciones públicas, aún cuando se tornaba incomodo “‘para las actividades que realizaban, ellos se motivaban por el simple hecho de aprender sobre la música, ahora ocupan la Casa de la Cultura del barrio El Carmen, un proyecto realizado por parte de la gobernación, a quienes agradecen las instalaciones.
Los instrumentos utilizados por la sinfónica, son cedidos por la fundación Amanauk y por el Sistema Nacional de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar. Cada niño tiene su instrumento el cual pueden llevarse a su casa para mantener la práctica, bajo la responsabilidad de sus representantes, pero también hay padres que con esfuerzo compran un instrumento propio para su hijo según sus gusto.
Estos niños y jóvenes le han dado el honor al barrio El Carmen de conseguir méritos, obteniendo primer y segundo lugar en concursos nacionales como el de Alirio Díaz. También hacen el honor de brindar conciertos con frecuencia para la comunidad y las actividades especiales que allí se lleven a cabo, como el parrandón navideño que hacen cada año.
El director Figueredo expresa que en el módulo sólo habían dos profesores, él y la profesora Margiuri Parra, que es quien le da clases a los niños más pequeños y que próximamente se unirán dos chicos más, Sara y Bryan quienes en tiempo atrás fueron sus alumnos, “no les quiero decir alumnos, porque ellos han superado en gran parte el aprendizaje y ahora serán luz para enseñar”, enfatiza el director.
Los jóvenes y niños se muestran muy entusiasmados ante este desarrollo en sus vidas, y las madres están muy agradecidas por la gran labor que ha hecho Jean Carlos Figueredo en la comunidad, no sólo El Carmen se beneficia, también niños de comunidades aledañas forman parte de esta orquesta.