Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- «El agua llega amarilla y con olor a algas de mar. Desde el domingo 4 de abril nos está saliendo un líquido color tamarindo por las tuberías», así lo destacó Andrés Aguilar, habitante del sector El Paraíso al oeste de Barquisimeto, comunidad que tenía 15 días sin servicio. Zonas aledañas como El Bolívar, El Coreano, El Tostao y Santa Rosalía registran el mismo problema. El Colegio de Ingenieros del Estado Lara, sostiene que por las características del agua, el municipio Iribarren, Morán y Jiménez están en alerta amarilla, porque la Planta Potabilizadora Ciudad Barquisimeto, ubicada en Quíbor, sólo está «potabilizando el 30% del agua que llega a los ciudadanos».
«Para que el agua pueda ser consumida debe ser incolora, inolora y sin sabor. La turbidez es sinónimo de que no está recibiendo la dosificación necesaria de sulfato de aluminio, y el mal olor se debe a que no contiene la cantidad necesaria de gas cloro, que es un bactericida», indicó Julio Gutiérrez, vicepresidente del Colegio de Ingenieros.
Puntualizó que estos días previos a la temporada de lluvia la Hidrológica requiere 30 mil litros diarios de sulfato de aluminio, y en época de precipitaciones unos 300 mil litros semanales. «Se necesitan 10 cisternas de sulfato de aluminio semanal, unas 40 gandolas al mes, el gran problema es que la empresa Ferralca, que se encarga de suministrar los compuestos químicos a todas las hidrológicas del país, depende de la materia prima que produce el Complejo Petroquímico Morón en Puerto Cabello, que está laborando al mínimo de su capacidad, al igual que la Refinería El Palito por la caída de producción petrolera», soltó.
Alertó que los habitantes no deben consumir esta agua. «Ni siquiera hirviéndola o dejándola que se asiente por varias horas es conveniente tomar de esta agua, ni para lavar sirve. Las personas sólo la deberían utilizar para lavar los enseres», exclamó.
Recordó que el 13 de noviembre de 2020 las comunidades registraron un alarma naranja también tras recibir agua contaminada. «En aquella ocasión las comunidades recibieron agua color marrón y olor a pescado. El gobernador Adolfo Pereira dijo en esa oportunidad que era consecuencia de las fuertes lluvias y realizó una parada del servicio. La realidad es que desde mucho antes la Hidrológica viene presentando inconvenientes para potabilizar el agua», refirió.