Osman Rojas | LA PRENSA.- Un candado gigantesco recibe a las personas. En cada rincón de la institución hay monte, basura y hojas secas que le restan brillo a la imponente infraestructura que se alza frente al Servicios Autónomo de Oncología (SAO) y que, hasta hace poco más de cinco meses, era prometida como “la maravilla del sector salud en Venezuela”.
“Aquí sólo hay monte. Ni los obreros volvieron para terminar de pintar”, comenta indignado el señor Julio Andrés García, representante de la Sociedad de Enfermos con Cáncer en el estado.
El hombre estuvo presente el pasado 14 de octubre cuando Henri Falcón, para entonces gobernador de Lara, se comprometió a entregar el Edificio de Medicina Nuclear durante la segunda quincena del mes de noviembre. “Dijeron que aquí iban a salvar vidas y ahora sólo botan basura”, rememora.
Y es que lo que comenzó como un proyecto modelo para rescatar la salud en el estado terminó siendo un basurero público. El Edificio de Medicina Nuclear, centro que atendería a pacientes oncológicos provenientes de diversas partes en el país, se ha perdido en el tiempo. La obra, que está terminada en un 85%, no ha sido culminada por la nueva gestión.
René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en el estado, habló sobre esta situación y pidió a las autoridades regionales poner manos a la obra para terminar un centro que podría salvarle la vida a cientos de enfermos en el país.
“Los equipos están allí porque la gestión anterior los trajo desde afuera. Las instalaciones son de primer nivel y sólo hace falta que se le de un último empujón a la obra”, dijo Rivas.
El directivo gremial recordó a las autoridades regionales que, actualmente, no hay servicios de oncología en la entidad y pidió a Carmen Melendez, gobernadora del estado, resolver este problema lo antes posible.
“Es inhumano lo que están viviendo los enfermos con cáncer en el estado. Nosotros no podemos permitir que más personas sigan muriendo y lo peor es que tenemos las infraestructura y los equipos para ayudar a esa gente. Los médicos estamos aquí para trabajar pero necesitamos la ayuda de los equipos especializados”, dijo.
Lo que más indigna a los especialistas es el retraso con el que ha ido progresando la estructura. Originalmente el centro de Medicina Nuclear iba a ser construido en el 2015. La obra se empezó y fue prometida para el 2016 pero a principios de 2017 apenas se habían levantado algunas columnas.
César Castillo, médico oncólogo, confiesa que ya perdió las esperanzas de ver algún día operativo el centro nuclear. El especialista aseguró sentir “tristeza” por ver el olvido de las autoridades competentes.
“El doctor Useche (expresidente de SAO) peleó mucho por esa obra y nosotros acompañamos su lucha. Queremos salvar a los enfermos y sólo pedimos que nos den las herramientas. Ya hay tres oncólogos que se han ido del país y la sede de medicina nuclear no arranca”, soltó Castillo.
Tan olvidado está el centro de medicina nuclear que hasta las letras de “Lara Saludable”, eslogan de la gestión pasada, se han ido cayendo pero por los embates del tiempo.
Ruy Medina, exdirector de salud en el estado y uno de los promotores de la institución oncológica, lamentó el estado en el que se encuentra el centro y dijo que no es momento para politizar la salud.
“Si el edificio iba a salvar vidas qué importa que lo haya empezado Henri”, cuestiona. El galeno asegura que durante el mes de octubre el personal trabajó full para culminar los trabajos y dijo la institución sólo “necesita algunos detalles”, para empezar su operatividad.